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abril 20, 2013

¿Tengo derecho?

Estos días en mi país hay debates de un lado y del otro respecto al matrimonio homosexual. La comunidad LGBTI ha estado pasando el proyecto para exigir el derecho al matrimonio pero hasta el momento no lo han conseguido. Marchas van y marchas vienen, de gays y de las iglesias que defienden a la familia.

De mi parte hay silencio en las redes sociales al respecto. Creo sinceramente que la familia está compuesta por un hombre y una mujer, y es el diseño original. Sin embargo, no creo que las imágenes que como iglesia compartimos, ayuden a generar ese puente para que la comunidad LGBTI se acerque a escuchar nuestro punto de vista. Esta imagen, resume lo que creo que es el mensaje que siente el homosexual al ver tantas marchas cargadas de odio y de rechazo:

Lo sé porque yo misma he luchado con ese tipo de pensamientos, no por quien Dios es, sino por lo que sus portavoces muestran de Él. Por supuesto, tenemos que ir contracorriente y orar y hacer lo necesario para hablar a favor de la verdad, pero no podemos olvidar que en verdad Dios nos ama, tal cual somos, por encima de esas cosas que queremos y aún por encima de esos derechos que exigimos.

Y ahí es donde debería estar el meollo del asunto. Los derechos. Creo que cuando Eva y Adán probaron el fruto del bien y del mal en el huerto del Edén y abrieron sus ojos con capacidad de juzgar todo, se expusieron a lo que Dios sabía no podrían manejar: establecer sus derechos. Cuántas cosas exigimos como derecho que no nos hacen bien, cuantas veces nuestro deseo nos hace infringir normas por exigir nuestro derecho a elegir? ¿Nos ha beneficiado ese tipo de decisiones?.

En Estados Unidos los homosexuales (que ya tienen el derecho al matrimonio), están exigiendo ahora el derecho al divorcio. Cuando obtuvieron lo que quisieron, para igualar a las parejas heterosexuales, se dieron cuenta que su derecho no era su beneficio y que lo que tanto anhelaron se terminó volviendo contra ellos.

¿Acaso no pasa esto entre los heterosexuales también? me imagino que se preguntará quien lea esto. Sí, por supuesto, pasa y más a menudo de lo que debería ser. De nuevo son los derechos que exigimos y nuestras necesidades insatisfechas lo que nos hace reclamar una y otra vez que se haga de acuerdo a nuestro punto de vista.

En definitiva, no sabemos lo que queremos y lo que creemos que queremos, no es lo que nos hará bien, pero aún así lo exigimos. Queremos formar una familia de acuerdo a un diseño lejano al original y que por esto, está lejos de funcionar bien en el tiempo. Y esto no es por maldad de Dios ni por rechazo, es porque Él ya lo había dispuesto así.

Pienso en las veces que he hecho lo que he querido pero sigo sintiendo que aunque me salí con la mía, no soy feliz. Recuerdo cuando estaba enamorada de una chica y pensaba que el amor duraría por siempre... hasta cuando me dí cuenta que su necesidad de afecto jamás la podría llenar yo, ya que yo misma estaba necesitada... y el tiempo pronto diría que había llegado el fín. Pienso muy seguido en los rostros y las personas por las cuales me he sentido atraída, y como el flash de los acontecimientos mostró la temporalidad de los sentimientos... pienso ahora en el final de la película actual y lo triste que sería exigir un derecho por algo que no trascenderá. No lo hará.

Cuando me volví a Dios y me dí cuenta de lo grande e incondicional de Su amor por mí, del conocimiento de mis afectos y mis luchas... me dí cuenta también de que quería traerme de vuelta del lugar de mis exigencias, a la satisfacción duradera que Él promete. Parece aburrido cuando dice que obedezcamos sus mandamientos y estatutos para que nos vaya bien y prosperemos. Parece tonto creer que lo que Dios piensa me hará feliz, pero he podido ver que es así. Y verlo no fue fruto de la ley que llamaba al acto abominable, sino fue el fruto de la convicción que trajo a mi vida el Espíritu Santo, fue el fruto de haber sido recibida en el hogar. Entonces quise probar la manera de Dios, y resultó ser el comienzo de quitar capas y capas de independencia para experimentar la verdadera llenura y la esperanza de una felicidad duradera, la cual no puede ser robada.

No sé como sea el desenlace de esto que se lucha en mi país actualmente, aunque quizá lo más probable es que lo obtengan, que se casen, que quieran divorciarse, que deseen adoptar y luego deseen acabar con la familia, que los niños pierdan un modelo... pero más que eso, que su amor se enfríe y cuando hayan obtenido todo lo que quisieron, vean ya muy tarde que realmente nada de lo que desearon , obtuvieron.

Mi voz para estos tiempos en mi país diría algo así: Entrega tus derechos y recuperarás la vida que perdiste exigiéndolos. El que te creó sabe lo que te conviene, pues ve mejor que tú, y sabe lo que necesitas en realidad: A Él mismo. A nadie más.

Como dijo Jesús:

Si tratas de aferrarte a la vida, la perderás; pero si entregas tu vida por mi causa y por causa de la Buena Noticia, la salvarás. ¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero pero te pierdes a ti mismo?  ¿Hay algo que valga más que tú mismo? - Marcos 8:35-37 (NTV)

diciembre 25, 2012

Me pierdo y quiero...


Ha sido un año extraño. No sé bien como explicar lo que ha sido, pero tal vez sí puedo explicar lo que anhelo ahora. Anhelo un viaje físico, literal, de esos que suelo aconsejar que la gente no haga para huir de su realidad. La verdad es que no deseo huir de mi realidad sino encontrarme en medio de ella, siento que me he perdido.

Me pierdo cuando quiera que miro las vidas de otros: de miembros de mi familia que se les da cierto éxito laboral y presumen de sus planes a futuro, de amigos y compañeros cristianos que avanzan en el ministerio y logran vencer obstáculos interiores y exteriores, que atraen multitudes, gente que opina y es escuchada, gente que viaja, que se enamora, que brilla y es admirada. Me pierdo en pequeñas atenciones y en ligeros desprecios. Encuentro mi vida rutinaria y poco atractiva. Me encuentro durmiendo en un profundo letargo de lo mismo.

Por eso anhelo ese viaje. Deseo escaparme de todo y de todos, de palabras y consejos, de oraciones comunes y somnolientas, de seguir otro año más a la espera de que un ángel sacuda el agua y alguien me pueda meter en ella y sanarme de la parálisis actual. Escaparme de seguir las metas de todos y no tener una propia por la cual luchar con motivo y con pasión.

Recuerdo una frase de Paul Young que dice "La única razón por la cual Dios vive en una caja es porque Él desea estar donde tú estés". Es tal cual. Sé que Dios no es un Dios rutinario que mecánicamente me hace pasar por la piedra de molino y por el fuego abrasador sólo para verme resistir una y otra vez. Sé que Dios es un Dios de planes, Dios aventurero y romántico, Dios de vivos y no de dormidos-moribundos-muertos.

Realmente deseo una experiencia sobrenatural que me recuerde porqué hago lo que hago y porqué aún vivo. Deseo que Dios me dé de nuevo un norte y un sueño de un futuro. Que marque un nuevo hito para recordar y un nuevo aliento, mapa y directriz para los siguientes movimientos. Quiero resistir, teniendo presente el punto fijo que es Jesús, y en Sus manos mi identidad y mi destino. Así de idealista como puede parecer, así de importante es saber que cualquier meta que me proponga para este nuevo año debe estar trazada por una renovación a todo nivel. Las verdaderas metas de Dios no pueden ser frustradas. Esas metas me ayudan a no distraerme, a entender porqué existo y por quién. Allí de nuevo.... me encuentro.

diciembre 03, 2011

Recuerdos, mariposas, y otros dolores crónicos


Hoy vi una película que hacía mucho tiempo no veía, “El efecto mariposa” la cual trata de un joven que tiene una enfermedad en el cerebro que no le permite recordar algunos eventos de su vida. A este joven, el psiquiatra le recomienda llevar un diario de lo que va pasando cada día para que ejercite su memoria. Durante su infancia ocurrieron una serie de sucesos traumáticos para él, y para sus amigos.  El padre de dos de sus amigos los grabó en una película pornográfica, ellos estallaron un buzón de correo matando a una bebé, uno de los niños (traumatizado por la depravación de su padre) siente celos del protagonista que se besa con la hermana de él y lo amenaza con quemar a su perro, lo cual termina haciendo.  Cuando este joven crece y está en la universidad, leyendo por accidente sus diarios, se devuelve en el tiempo a los hechos que sucedieron en su infancia y logra recordar lo que en su momento no pudo.  Va de nuevo a su barrio de la infancia y busca a sus amigos para constatar que lo que vio en su mente fue cierto y los encuentra totalmente transformados. Uno en un antisocial, obsesivo muchacho construyendo aviones miniatura y la muchacha como mesera olvidando su realidad.  Él intenta que ella le diga lo que sucedió, haciendo que ella luego de su visita desentierre esas memorias trágicas de su infancia con lo que se suicida. El dolor que le provoca la noticia al protagonista hace que quiera acceder a esos recuerdos para modificarlos. 

Desde ese punto para mí, la película empieza a hacerse interesante. El joven intenta cada vez que lee esos diarios de modificar los sucesos de su infancia: Corrigiendo al depravado padre de sus amigos, entregándole un pedazo de lata al otro amigo para que libere al perro, advirtiendo a la mamá de la bebé que se alejara del buzón donde estaba el cohete, etc.  Pero cada vez que lo hace resulta peor. Ayuda a un amigo y otro pierde el control, se sana una vida pero otra en su amargura regresa para destrozarles la vida, todos quedan bien, pero el queda inválido, etc. 

Para no terminar de relatar la película (que aunque no lo creas no es la motivación), me limito a decir que me deja una gran reflexión personal.  En mi trayecto de sanidad, he encontrado tantas trabas, que siento que de alguna manera para evitar más dolor, he reprimido algunos recuerdos traumáticos y he puesto una barrera inconsciente para acceder a ellos.  No pienso que lo que voy a escribir sea una teoría o algo, no soy psicóloga ni nada por el estilo, pero me atrevo a pensar que debe haber ciertas cosas de nuestro pasado que bloquean nuestro crecimiento y a las cuales aún no podemos acceder, que es preciso que encontremos la manera de sanar, aunque sin convertirlas en una obsesión.  Como cristiana, ya con cierta experiencia en procesos de sanidad interior, consejerías, ministraciones, y sesiones de psicología, casi que puedo diagnosticar a los personajes de la película y porqué llegaron a ser así: dementes, prostitutas, antisociales, etc.  Y es inevitable para mí pensar que si yo tuviera la posibilidad de acceder a esos recuerdos  que me producen esos traumas que ahora tengo en mi personalidad, mi relacionamiento con hombres y mujeres, mi identidad, entre otros, tal vez las cosas serían más fáciles.
Pero también la experiencia, el tiempo, y la frustración de no lograrlo aún, me han enseñado cosas.  La primera, la más obvia, que mi sanidad no debe ser la prioridad en mi vida por encima de mi meta de seguir a Jesús y vivir por Su reino.  La segunda, que por más que yo quisiese cambiar mis recuerdos, o que tal o cual persona me pidiera perdón por lo que me hizo, nada cambiaría. Los recuerdos siguen estando allí, y el pasado (aunque muchas películas nos quieran hacer soñar con eso) no se puede modificar.  La tercera,  que debemos tener presente, que la única manera de romper con la atadura que deja un trauma en nuestra vida, es por medio del perdón,  debemos ir allí, con Jesús, y perdonar ese cuadro, escena, situación que nos violentó.  No hay otra manera, por nosotros mismos no lograremos nada,  y como le pasó al personaje, no haremos sino que las cosas se pongan peores, con venganza, amargura, rencor, etc. 

Mi asunto aquí es la carga emocional, espiritual y mental que produce el acceder a esos lugares de mi memoria.  Ya sé que no debo hacer de eso una obsesión, y que la frustración que me genera no ver resultados en ministraciones en la iglesia me hace pensar que es algo que primero debo resolver a solas con Dios. Algo en específico.  Esa evasión al dolor y a la frustración es lo que me ha producido de alguna manera cierto escepticismo y bloqueos en la fe. Me ha producido estancamiento.  Siento que si quiero respuestas, si quiero salir de esta cárcel, debo empezar por entregarle esos lugares, recuerdos, y situaciones a Dios. Entregárselos de verdad. Debo pedirle que me ayude a tener la seguridad en sus promesas de protección, cuidado y libertad. Debo ir aunque todo al principio sean tinieblas, provocaciones, distorsiones, etc.  Debo recordar la provisión de luz y voz.  Debo recordar quién murió para darle paz a mi mente y a mi corazón (Filipenses 4:7).  Que Él anhela verme libre.

noviembre 07, 2011

Sobre la muerte y el encuentro


“Al principio dije que había Personalidades en Dios. Ahora voy a ir más lejos. No hay auténticas personalidades en ningún otro sitio. Hasta que no hayas entregado tu ser a Cristo no tendrás un auténtico ser. La igualdad se encuentra sobre todo entre los hombres “naturales” no en aquellos que se entregan a Cristo. ¡Cuán monótonamente iguales son los grandes conquistadores y tiranos; cuán gloriosamente diferentes son los santos!

   Pero ha de haber una auténtica entrega del ser. Debes rendirlo “ciegamente”, por así decirlo. Cristo te dará ciertamente una auténtica personalidad: pero no debes acudir a Él sólo por eso. Mientras que sea tu propia personalidad lo que te preocupa no estás acudiendo a Él en absoluto. El primer paso es intentar olvidar el propio ser por completo. Tu auténtico nuevo ser (que es de Cristo, y también tuyo, y tuyo sólo porque es Suyo) no vendrá mientras lo estés buscando. Vendrá cuando estés buscando a Cristo. ¿te parece extraño? El mismo principio rige para asuntos más cotidianos. Incluso en la vida social, nunca causarás una buena impresión en los demás hasta que no dejes de pensar en la buena impresión que estás causando. Incluso en la literatura y el arte. Ningún hombre que se preocupa por la originalidad será jamás original; mientras que si simplemente intenta decir la verdad (sin importarle cuántas veces esa verdad haya sido dicha antes), será, nueve veces de cada diez, original sin ni siquiera haberse dado cuenta. 

Y ese principio aparece a lo largo de la vida en su totalidad. Entrega tu ser y encontrarás tu verdadero ser. Pierde tu vida y la salvarás. Sométete a la muerte, a la muerte de tus ambiciones y tus deseos favoritos de cada día, y a la muerte de tu cuerpo entero al final: sométete con todas las fibras de tu ser, y encontrarás la vida eterna. No te guardes nada. Nada en ti que no haya muerto resucitará de entre los muertos. Búscate a ti mismo y encontrarás a la larga sólo odio, soledad, desesperación, furia, y decadencia. Pero busca a Cristo y le encontrarás, y con Él todo lo demás.”
                                               Tomado del libro Mero Cristianismo, de  C.S Lewis

octubre 08, 2011

Ilusiones y expectativas 1

"I've spent so long firmly looking outside me
I've spent so much time living in survival mode"
- Precious illusions, Alanis Morissette 



Soy mujer, y creo que esto que mencionaré a continuación es una lucha con la que lidiamos especialmente nosotras, y quizás más algunas con cierta tendencia temperamental. El idealismo. Queremos llenar nuestro vacío de admiración, afecto y amor,  buscando alguien que pueda ver algo grandioso en nosotras, que pueda mostrar interés en lo que somos. También, creo que nos pasa, tratamos de encontrar una persona que cumpla nuestras expectativas, ya sean físicas, de conocimiento, de gustos, etc. 

Siempre he sido así. Recuerdo de adolescente le hacía una oración a Dios que era algo así: "Dios, por favor, concédeme un hombre que sea muy inteligente", en ese entonces nada de eso abundaba por donde yo mirara y cuando apareció, al principio parecía llenar todas mis expectativas, pero luego, su inmadurez salió a flote, y eso que era bastante mayor que yo. Mucho cerebro, poco corazón, poca vida más allá de sus gustos extraños y palabras elocuentes. Quedé curada y no volví a hacer ese tipo de peticiones (en realidad no quedé curada, sólo decepcionada y decidí por esa y otras situaciones de mi vida cerrarme y fantasear con prototipos en mi mente). Las mujeres seguían siendo más sencillas para mí, pero afortunadamente tenía una especie de conciencia interna que no me permitía lanzarme.

Con el paso del tiempo, de muchos golpes, de muchas confusiones y malas decisiones, de procesos y purificaciones- ya en Cristo-, empecé a mentalizarme en querer intentar de nuevo algo con un hombre. Internamente mi check list (lista de requerimientos) si contenía un prototipo de hombre que según mi modo de pensar "jamás me haría daño" modo de pensar al que llegué luego de haber pasado por abusos y malas relaciones con el género masculino.  Para ser más sincera todavía, el prototipo si era bastante específico y al imaginarlo -decía- nada iba a salir mal.

Pues bueno... ese hombre apareció. Cada detalle que me hablaba de él, era un chulito que le ponía a mi lista (todo esto, inconscientemente, claro), cada cosa que conocía de él me entusiasmaba. Llegó a tal punto a sorprenderme que no me creí digna de él. Eventualmente nos hicimos más y más amigos, y yo lentamente empezaba a planear cómo serían las cosas cuando se dieran, y empecé silenciosamente a tomar algunas de mis decisiones alrededor de lo que él hiciera ¡aunque no había nada entre nosotros! esperaba cada día el momento en que se hiciera el click, él no decía nada, y yo tampoco, me cansaba un poco el tema de que nada pasara, de su timidez, de muchas cosas...

Para no hacer más largo el cuento, llegó el tiempo de tormentas por el cual estoy ahora, tuve que viajar para atender la hospitalización de mi papá y esperaba que él me llamara, me escribiera, se diera por enterado, se preocupara por mí y nada... nada... nada. Cuando llegué, como si no existiera, en fin... tuve que enterarme luego de que estaba saliendo con otra chica de la iglesia, aunque para esas épocas yo ya me lo presentía...

Puaj!! se me cayó el ídolo! me he sentido mal por muchas cosas en este tiempo, pero especialmente porque lo creía tan infalible que cuando pasó, inmediatamente sentí el dolor de ver todo caer. Mis esperanzas, mis sueños, mi casi armada seguridad emocional.
Ya a estas fechas el perdón ha ayudado mucho, pero lo que me viene a la mente es, cuan peligroso es todo esto de idealizar y depositar expectativas demasiado altas en alguien, o en algo diferente a Dios.  Cuan peligroso es, beber (así no sea materialmente, cosa que diferencia nuestra lucha de la de los hombres) de cisternas rotas que no retienen agua, buscarnos nuestra seguridad y afecto aparte de la fuente inagotable de Dios.  Por irnos detrás de lo que creemos adecuado y apropiado para nosotros, nos podemos estar perdiendo primero, de una relación totalmente vivificante por sí sola en Jesús, y segundo, de lo que en verdad Dios quiere darnos.  Su perspectiva y Su visión superan en mucho la nuestra, golpeada por condicionamientos sexuales, familiares, sociales, religiosos, etc. 

Ya que el post está largo, sólo me queda decir que mucho tiempo fui la de ese video que puse al principio del post, no sólo en el área emocional, sino en muchas más, mirando afuera, escribiéndome ilusiones que me permitieran sobrevivir a una vida a la que no le veía futuro. Hoy ya no. Ha sido suficiente. He decidido poner mis expectativas en Dios, el guiará mi vida según el curso que Él ha trazado (Prov 21:1). Y esa es la vida abundante que quiere darme.

junio 20, 2011

Paz interior

A pesar de que hoy fue un día terrible para mí, tuvo un final dulce, dulce estilo Dios. No sé pero me encanta que aún me trate como niña y me muestre las cosas de las maneras más simples. Ví la pelicula Kung fu Panda 2 hoy, y bueno... la trama trata en una parte sobre la paz interior: "Puedes lograr cualquier cosa sólo con paz interior" le decía el maestro Shifu a Po. Luego el maestro le habló de maneras de encontrar la paz interior y que él debía encontrar la suya. Po la encontró reconciliándose con su pasado, recordando algo sencillo pero poderoso, la respuesta a la pregunta "Quién soy". No era ni un héroe que protegía la aldea, no era un oso que preparaba fideos, no era lo que los demás pensaban que era (ni mucho menos lo que él pensaba que era).

Sencillamente era hijo. Bueno, hijo del ganso (jajaj bueno todos sabemos que no). Era hijo, tenía sentimiento de filiación, estaba en una conexión profunda de relación con su padre. 

Creo que esa verdad debe bastarme: Soy hija, y soy profundamente amada. Tengo un Padre.  Puedo dejar ir las cosas, reconciliarme con mi pasado, amarme, perdonarme, dejarme amar.  Esta verdad es poderosa porque está por encima de mi desempeño, de mis errores, de mis debilidades...incluso está por encima de lo que la gente ve y dice de mí. Está por encima de la marea aprobación-rechazo.  Para Él soy amada, incondicionalmente.

Paz interior: Dejarle a Él que me ayude a encontrar salidas. Esperar. Recibir. Silencio. Oración. Perdón. Amor. Renuncia. Entrega. Unidad.

Como diría Thomas Merton: Paz personal, Paz social. No al revés.

mayo 26, 2011

Un poco sobre el amor y el camino al hogar

El camino del hombre es un camino de regreso al hogar. Este mundo y todo lo que vemos no es nada en comparación al lugar al que estamos invitados a ir. C.S Lewis dijo en una de sus citas más conocidas "Si encuentro en mi deseos que nada en esta tierra puede satisfacer, la única explicación lógica es que fui hecho para otro mundo", y yo creo que es verdad.  He pensado recientemente sobre esto. Mis deseos y mis atracciones oscilan entre los ruidosos y obsesivos a los que estoy acostumbrada y entre aquellos sutiles que brotan como flores anunciando primavera en tiempos de invierno. Tan válida como pueda llegar a ser la posibilidad (y el propósito) de encontrar amor recíproco en esta tierra, tan corta se queda para llegar a ser el centro de nuestra existencia.Todos en esta tierra buscamos amor, en nuestro propio género, en el otro género, incluso en ambos. Buscamos el amor de un padre, el amor de un hijo, el amor de un amigo.

Ando en esa búsqueda también, pero si algo me han enseñado las experiencias que he tenido en la vida es que nada está garantizado en este mundo. Esta verdad me costó mucho entenderla porque no ví ningún beneficio en ella, es decir, me inclinaba a pensar que nada iría bien para mí. En este momento de mi vida sigo aún con atracciones por el mismo sexo, sigo queriendo encontrar alguien a quién amar y que me ame, y añado una variante, creo haberlo encontrado. En realidad parece que lo encontré hace mucho. Creo que es una oportunidad que me dá Dios para que no limite lo que Él es capaz de hacer. Estoy en el proceso de abrirme a esa posibilidad en mi vida, dejarme amar y conquistar por un hombre. Incluso, en un sentido menos optimista (para que no digan que las mujeres volamos mucho), en el proceso de dejar que un hombre tenga una amistad especial conmigo.

Pero reitero, nada está garantizado en este mundo. 

Por eso me siento impulsada de nuevo a volver a hablar sobre el hogar. Mi identidad y mi camino no pueden estar basados en quién me ama o no. En momentos en los cuales me distancié del hombre que mencioné, por alguna razón, pensé que a todo lo que debía estar guiada entonces era a relacionarme con una mujer. Y lo que aprendí fue lo siguente: Es bueno aprender a amar, y dejarse amar, pero el único amor que no cambiará a lo largo de mi vida sólo será uno, el amor de Dios.

Dios el hogar, Dios padre y madre, Dios abrazo y aceptación, Dios que me conoce mejor que yo. Dios descanso. Dios amor.

Creo que el amor de Dios va más allá de mi confusión y de mi proceso de sanidad. Y aunque la vida siempre me ponga en situaciones al estilo de una Ye de camino, cuando doy pasos hacia ese hogar, me recobro a mí misma y me es más fácil reconocer ese descanso en mi vida diaria, y buscarlo siempre.

Bueno tengo que reconocer que no soy buena hablando del camino hacia el hogar, tal vez sólo pueda mencionar la importancia que tiene para mí en cuanto a sentido, plenitud y motivo de vida. Transito ese camino dolorosamente, pero cada día me convenzo más que es el único camino cierto para mí. Donde puedo dar y recibir amor sin temores. Donde puedo encontrar respuestas. Donde aunque no las encuentre todavía, no me sienta perdida, ni olvidada, ni abandonada. El lugar que encaja perfecto con mi corazón y con mi ser.

¿Y bueno, dónde está ese lugar? - En el corazón. Allí fue donde siempre Dios pretendió estar, y está, sólo que nos espera a los extraviados y distraídos, a los ocupados y confusos, a los temerosos y angustiados, a los sedientos de amar. A los que a final de cuentas terminamos viajando al centro del corazón de Dios.

enero 28, 2011

Recordar es vivir

"Recordar es vivir" es un dicho que normalmente se cita en mi país. Se menciona especialmente cuando uno hace remembranza de los buenos momentos vividos, y las cosas realizadas.

Tengo que agradecerle a Refreshing from heaven, del blog Mi Lucha Interior, un bloguero con quién he construído una relación de apoyo y amistad en el camino, que a través de muchas de las cosas que dice y que comparte, revela mucho de su carácter: Firme, con fe como de un niño, y radical en lo que cree. Hoy en su post escribe sobre un ministerio de sanidad interior en España y de los testimonios impactantes allí.

Hablé ayer de leer y de no cansar de redefinirse. Es verdad. No me arrepentiré de tener que borrar el papel de cosas escritas y volver a arrancar. Ayer leí sobre una historia de alguien que estando dentro de la iglesia decidió "salir del closet" y construír su vida así. Hoy leí sobre un testimonio de una lesbiana que se convirtió al cristianismo y como su vida tan dañada, fue restaudara por el Dios de amor.

Esa historia me impactó tremendamente. Tuve una especie de "flashbacks" de mi pasado, de oraciones angustiosas que hice, de pésimas decisiones que tomé... pero sobretodo, recordé el inicio de esta historia que he ido tejiendo con Dios y que ha marcado la pauta de un nuevo caminar, de una nueva forma de ver la vida. No puedo ignorar eso. No puedo ignorar que Dios me sacó del lodo cenagoso y me puso sobre la roca que es mi Jesús.

No puedo ignorar que todo el rechazo que cargué tanto tiempo, lo ha ido transformando en una nueva creación, en Su rosa, en una mujer a la que voltean a mirar en la calle (ja! y cómo me río de eso), como ha hecho tanto en mi vida y la de mi familia que con solo pensarlo se me llenan los ojos de lágrimas. Sé que eso suena algo pacato para mis posts agresivos y confusos de los días anteriores. No me importa. Es la pura verdad.

Tratando de conciliar lo escrito en este y el anterior post, podría decir que no me arrepiento de lo que he dicho en los posts anteriores, de mi confusión, de cierto cansancio de querer manifestar un cambio externo en mi atracción y esas cosas, de dejar de rechazar sentimientos que están ahí y a los que no siempre se les puede huír. Todo eso me hace de alguna manera más humana, más consciente de la realidad que comparto con millones de hombres y mujeres de este mundo, con la lucha por vivir una vida digna y una vida que no sea rechazada por sus decisiones.

Sin embargo, tampoco me arrepiento de decir que amo a Dios con todas mis fuerzas, que en el fondo de mi corazón, no quiero seguir igual, quiero disfrutar una vida llena de amor real, de vivenciar la transformación y la sanidad que Él le dió a muchas personas mientras estuvo y estuvieron en la tierra (cojos, ciegos, prostitutas, y quiero pensar que homosexuales), quiero verlo obrar más allá de mis opciones y de lo que puedo ver. Quiero algún día ser una voz de esperanza, alguien que pueda transmitir algo de lo mucho que ha recibido a otros (porque lo cierto es que he recibido mucho).

No puedo desligar lo humana que soy, con mi ciudadanía celestial. Son el conjunto de cosas que me ayudarán a no enloquecerme en el camino hacia el cual Dios anhela llevarme. Bendigo la oportunidad que Dios me dá para construir mis convicciones, y para creer en una plena restauración, en el día a día, en medio de las circunstancias, en medio del no todavía.

enero 27, 2011

Redefinirse

Nos redefinimos a cada momento, bueno al menos yo. Redefinirse no debería darnos miedo. Hay dudas qué combatir, hay sentimientos qué enfrentar, y un sin número de historias qué leer y qué pensar.

Leía hoy una entrevista hecha a Jennifer Knapp, cantante de música cristiana que hace un tiempo "salió del closet" y admitió que era gay. Me sorprendió la lucha que ella tiene, no respecto a su orientación, sino al hecho de que su elección se debatiera con su fe. Pienso a menudo que esa es una situación en la que nos pone la iglesia y la gente que la conforma. Esto hace, para el que está en la fe cristiana y con luchas con la atracción por el mismo sexo, muy difícil el llegar a aceptarse, e incluso a dudar de si es una persona de fe.

Me impactó esto que dijo: (pongo la traducción abajo)

I have a lot of fans who live in real-life scenarios, not just live within the walls of their church. They aren't surrounded by Christians all day long; they don't just listen to Christian music. I have a lot of critically thinking fans who are trying to sort out their lives as Christians as best they know how. I think as a result of that, a lot of them have been marginalized; they're still seeking to be Christians but not always measuring up to the marketed idea of who they should be.


Tengo muchos fans que viven en escenarios de la vida real, no solo viven dentro de los muros de su iglesia. Ellos no están rodeados todo el tiempo de cristianos, ellos no solo escuchan música cristiana. Tengo muchos fans de pensamiento crítico, que están tratando de resolver sus vidas como cristianos lo mejor que saben. Creo que como resultado de eso, muchos de ellos han sido marginalizados; ellos todavía están buscando ser cristianos pero no siempre alcanzando a la medida del "mercado" de quiénes ellos deben ser.
Pienso que intentar ser como un ideal que se nos vende es un gran error. El ideal hetero y de cambio instantáneo está guiando a mucha gente fuera de la fe, o a destruirse a sí misma (suicidarse u odiarse). Es preciso construir una fe y un conjunto de convicciones reales, que tengan un sustento, no solamente por que nos dicen que así es que debe ser. Estamos en proceso y se nos da Gracia aún para asimilar todas las cosas que nos pasan, todas las cosas que arremeten contra nuestro amor propio, contra nuestro deseo de amar a Dios.

enero 20, 2011

Y arranca todo de nuevo: 2011 ¿Out of this land?

Mañana parece arrancar todo de nuevo. A nivel de iglesia, comienzan actividades y me asusta un poco lo que viene. Por una parte, no quiero sentirme de nuevo la "rara" en medio de la gente, no quiero seguir manteniendo rencores, juicios y prejuicios (reales o imaginarios) respecto al trato que he recibido anteriormente. Digo, no es que se me haya tratado mal en mi iglesia y en el grupo al que asisto, es sólo que de alguna manera ya no puedo responder como antes, tan entusiastamente, tan diligentemente, sencillamente, no puedo.

Estos días al pensar en este arranque de año, me ha asaltado la duda varias veces, respecto a qué hacer, que camino tomar, cómo comportarme, etc. No puedo negar que la percepción que otros tienen de mí me importa, y que lo que creo (mi percepción) de lo que ellos piensan, me hace actuar de determinada manera. No confío igual que antes en muchas cosas. Necesito que se me den razones o que se me indique un camino más allá que ofrecerme las mismas herramientas y la misma secuencia de cosas. Ya las sé.

Probablemente muchas cosas asociadas a la sanidad interior no tengan que ver SOLO con el pasado, sino con la construcción de seguridad y confianza, y de la aceptación de uno mismo en el proceso. El "Fix" no es tan rápido, y eso debería enfatizarse, porque los que arrastramos con taras y secuelas de heridas muy grandes, nos damos muy duro cuando vemos lo mucho que nos cuesta en relación a otros.

A mí mi sanidad me ha costado mucho, muchísimo. Es uno de los motivos que más ocupan mi atención (si no es el que más). He pasado por varias fases, he estado en ministerio de restauración, he hecho pasos de sanidad interior, he ido a psicólogo, etc. Muchas de estas cosas han cavado y cavado en mi pasado, hasta el punto de volverme paranóica respecto a cosas que creo no haber encontrado aún y que me hacen todavía "defectuosa" espiritual, emocional y sexualmente.

No puedo negar que esos procesos me han ayudado, pero tampoco puedo negar el dolor de la frustración del "no todavía", de la horrible sensación de "quedarse atrás" respecto a otros que comenzaron conmigo, entre otras cosas.

Ahora que lo pienso, nunca fuí del todo normal, y no sólo en lo referente a la orientación sexual. Siempre fuí considerada una "weird" dentro de los grupos comunes. Poco aceptada mi irreverencia y mi desdén por afiliaciones perpetuas a élites y "roscas" de todo tipo. En medio de lo perdida que me sentía, nunca fue mi opción intentar ser igual a alguien, ni pensar en masa. La lectura y la soledad ayudaron un poco a eso. El humor también.

El saberse diferente y el que otras personas lo reconozcan da un poco de miedo. No con todos se puede ser igual de sincero. Recibir demasiada sinceridad hoy puede ser considerada una virtud. Mañana no tengo esa opción, eso me asusta. Me asusta tomar decisiones perpetuas y encontrar que sigo fallando, me asusta volver a correr por sueños y logros de masas. Aunque también me asusta seguir siendo la misma, es verdad. Me asustan mis defectos de carácter, me asusta lo voluble de mi ser interior. Hay muchas cosas por mejorar pero no sé cómo, ni en que forma o grado pedir ayuda. Dios es el que obra la transformación, es sólo que no me quiero perder oyendo sólo mi propia voz..... en fin.

Mañana captaré estímulos y sondearé reacciones. Trateré de escuchar con mis oídos y ver con mis ojos, si Dios me lo permite.

Sé que hay cosas buenas ahí fuera, esperándome.

enero 12, 2011

Camino y encuentros parte II

La búsqueda del alma humana no puede desligarse de la búsqueda del espíritu hacia el regreso al hogar. Ahora que ya he sido tocada por el Espíritu mi búsqueda no es como antes, antes buscaba llenura, buscaba satisfacción más allá de toda expresión humana, y la encontré.

Luego de encontrarla, se abrió en mí una profunda necesidad de encontrarme a mí misma. La revelación de Dios muchas veces no sacia, sólo hace que se disparen más dudas y cuestiones. En lo personal, Dios se ha revelado como un Dios que sufre, que tiene grandes y profundas heridas, que me revela su propio dolor por mí, y no he podido entenderle, tal vez es una parte más de esa sensacion de no ser normal, de pertenecer al lado marginal.

Experimentar dolor en carne propia, dolor de ausencia, dolor de lo incomprensible del pasado y del presente, me ha hecho de alguna manera entender la división que hay en mí. No me acepto del todo, y ciertamente, no acepto la forma en que el mundo espiritual a veces se me revela. No acepto la anormalidad de mis crisis y mis quebrantos y eso no ayuda a la hora de querer llegar a alguna parte.

El año pasado me cansé de correr como loca a hacer ciertas cosas en lo externo que me dieran la sensación de sanidad que por dentro sabía que no estaba presente. Me harté y me desanimé muchísimo respecto a mi progreso espiritual, y al hecho de que muchas cosas seguían viniendo sobre mi vida sin desearlas y sin llamarlas.

La tentación y la incomprensión de lo que pasaba en esos momentos, marcó el inicio de una búsqueda diferente, la búsqueda del alma que no se comprende, que se piensa sola, que sufre y encuentra difícil hallar una salida. Esa búsqueda estuvo marcada por lecturas, estudio, entre otras cosas. Descubrí autores de la vida espiritual que fuera de darme certezas compartían de algun modo mis dudas, mis momentos de incertidumbre, y podían llegar a indicar un camino, el camino de regreso al hogar.

Pienso ahora que supuestamente, planeo una "visión" para este año, que lo que más quiero es tener claro hacia donde quiero ir, el riesgo implicará para mí una cercanía verdadera con Dios, una cercanía marcada por el abandono del miedo y del hallar razones, para caminar más y más profundo hacia el centro, hacia ese lugar al que temo llegar y que es el único que puede darme descanso y paz. La Casa de Su Amor.

Como dije al principio, las dos búsquedas de alguna manera tienen que llegar a ser una sola. El alma sola se puede perder en un mar de emocionalismo y existencialismo que jamás vaya a algún lugar. El Espíritu solo, podría desatender toda la cuestión y la búsqueda legítima del ser humano, aunque debo reconocer que el Espíritu es el mejor guía. Sin el Espíritu a bordo de esta aventura del alma humana, todo sería ir a la deriva y sin un norte, pues sólo el Espíritu sabe el lugar de regreso a casa, El ya ha estado ahí.

diciembre 28, 2010

Sin asunto

No sé explicar como me siento, es una extraña confusión de cosas, un tiempo tal vez, para reevaluarlo todo (afortunadamente mi fe puede ser sometida al escrutinio) aunque no solo mi fe, sino mi forma de llevar la vida, mis decisiones, mis sentimientos, todo.

A veces me siento como una veleta, llevada al viento por cualquiera, y con pocas bases de cualquier cosa. Es cierto, ha sido una tentación insistente, y yo no. No he podido lidiar con esto, y mi fuerza interna parece desvanecer... es entonces cuando escucho dentro de mí la palabra "La ley de vida reside en tí ahora, no la ley de pecado y muerte" o "el pecado da a luz la muerte" cosas q me advierten del camino con el que juego en mi mente, cuando siento que ya no puedo más, que no hay otra motivación.

Será que no sé a donde van las cosas? será que no sé cuánto me dolería perderlo todo por darle rienda suelta a las pasiones sometidas de mi ser? quisiera poder huír a un lugar lejano, una cueva, orar, gritar, clamar, reclamar... toparme con el fuego de Dios.

De otra parte, no pasa un final de año sin que me entere de cosas de mi papá (biológico, cabe anotar) y detesto saber cuanto le he heredado a nivel emocional, tanta inestabilidad, tanta improvisación para todo... tanta inconstancia. Cosas que no me sorprenden pero que de una manera u otra hacen mella en mí, que siento ya no poder más.

Me hiere el silencio de la mayoría de la gente, me encuentro rodeada de amigos aparentemente cercanos, pero ninguno al que pueda llamar en la madrugada a decirle "me siento tentada, ayúdame" y que no te ande mencionando los conocidos versículos o diciéndote que debes huír...

No he podido huír... y es lo que más quiero. De qué me sirve una vida mediocre, una vida en la que tengo convicciones de que lo que siento no le agrada a Dios, (y aún así me ama) pero no poder evitar sentir? no poder evitar el clamor dentro de mí pidiendo atención y afecto?

No sé, le tengo cierto recelo a los confiados votos de nuevo año, pienso que es mejor, construir sobre la base de Dios, del amor que fluye gratuita e incondicionalmente de El. Nadie puede abrazarme como él, nadie puede darle al punto exacto de mis dudas y quebrantos. Todos callan, todos parecen decir lo mismo, todos parecen indicar el mismo camino.

Qué me dirá cuando lo encuentre? anhelo Su misericordia. Esto es nuevo y viejo a la vez, es inmanejable y necesito divina intervención.

De las características de Jesús en Isaías 9 me quedo con esta hoy: Padre duradero (everlasting father) ni el biológico, ni los espirituales, nadie, nadie parece permanecer tanto.

noviembre 29, 2010

Escenario de deseo (poema)


Te sientes tentada y lo sabes.

Sabes que en tu cabeza se albergan pensamientos fantasiosos y llenos de ilusiòn acerca de un futuro en el que eres la persona ideal a perseguir, a amar, a adorar.

Te ves en mil escenarios distintos, llena de maravillosos talentos, intuiciones, comentarios, poderes de tu tiempo. Te sientes observada, deseada, admirada.

Quisieras, sin embargo, en lo profundo, ser apreciada por cosas más profundas que esas, que tus habilidades, que tus logros, que tus metas.

Quisieras, atraer al centro de tu ser a esa persona que pudiera oírte, comprenderte, mirarte màs alto y màs profundo que lo que otras te ven.

Quisieras, por una vez, tener a alguien que te espere a la salida de un día largo, a alguien que pudiera llenar tu tiempo de mil maneras diferentes.

Piensas, en ese momento en el que te haces conocida a esa persona, y ella te ve, y parece no haber nada más...

Pero recuerda, estás siendo tentada, lo sabes.

Sabes que, esa atenciòn que demandas va más allá de lo que cualquiera pudiera soportar, o dar

Sabes que, eso que quieres que vean en tí, se esfuma cuando el tiempo trae consigo la realidad

Las demandas de tu ser son demasiado altas para cualquiera que carga sus propias maletas

Sabes que, el amor que deseas se hizo conocido a tí, Encarnado y Divino

Lo probaste, te extendió su mano, degustaste su profundidad, te sumergiste

Sabes, en verdad, lo grande que es, lo mucho que sacia, que limpia, que nutre

Sabes, que ese es, el verdadero enfoque.

Le has hallado. Te ha hallado. No vale la pena cambiarlo.

agosto 22, 2010

El pan de cada día

He iniciado a observarme con un sentido mayor de esperanza. Me explico. Ver en mí tantas falencias de la carne, de mis heridas y de mis fracasos hacen que de repente piense que no hay salida, que no puedo avanzar a nada... que jamás seré una persona que pueda transmitir algo valioso de Dios a otros.

En ocasiones estar en la casa de Dios se me hace más conflictivo que estar por fuera, y me refiero a la tentación que de allí proviene. Oro a Dios por gracia para soportar mis decisiones de seguirle, por gracia para liberarme de mis obsesiones y preocupaciones, de mi hostilidad para huír de la tentación, del rechazo propio y ajeno... de la atracción por las mujeres.

Pienso hoy que Dios me da gracia para soportar y para tener una mente despejada que es lo que más deseo junto con un sentido mayor de Su presencia y Su amor. Pero esa gracia incluye provisión para el proceso (esa es la parte que parece que no puedo soportar), un proceso que de día en día, incluso de una hora a otra oscila entre victoria y fracaso, luz y tinieblas. A veces no puedo soportar sentirme libre de mis sentimientos por una mujer en cuestión y poder orar, adorar y concentrarme en mis tareas... para luego verla rondar por allí y estremecer de nuevo mi ser con ansiedad, con distracción, con estrategias de la carne que hacen todo menos que ahuyentar la atracción.

Pienso que Dios me da gracia para saber qué hacer cuando disfruto de paz... porque es cierto que se ha vuelto algo extraño en mí y no sé que hacer con ella. Creo también que Dios me da gracia para entender su trabajo en esta mujer y en mí, y cómo de alguna extraña manera nuestras heridas y nuestras luchas no le impiden llamarnos a servirle, ni le impiden seguir amándonos.

Por ahora sé que lo importante es concentrarme en Dios, orar con un nuevo sentido de fe, y de que Él si responde a mis oraciones y que si llena realmente mis vacíos. Que al profundizar en Su amor, y al tener esa base, todo lo que veo mal en mí, pasará a un segundo plano, y empezaré a andar confiada... a andar realmente encaminada hacia mi hogar, dónde se me otorga pan para la jornada, esperanza en el camino, luz en el sendero.

julio 22, 2010

Camino y encuentros Parte I

Pienso muy a menudo acerca de mi identidad, no sólo a nivel sexual, sino todo aquello que la compone. Supongo que debido a que encuentro en la mayoría de ocasiones que mi personalidad no encaja en los múltiples sistemas a los que he pertenecido o pertenezco, me resulta necesario saber quién realmente soy y qué quiero hacer con mi vida. Son dos cosas bien distintas, y hallo que en muchas ocasiones me encuentro confundida al no tener respuesta a ambas.

A parte de la identidad que tengo en Dios, la identidad que dice que soy santa, soy Su hija, soy ciudadana del cielo.. etc., creo que hay una identidad única e intransferible (como algunos documentos que poseemos) que anhelo encontrar. Algunas veces descubro que no soy lo que la gente siempre ve, o lo que me dice cuando cumplo años, ni tampoco soy mis habilidades, ni lo que la gente dice que tengo. Tampoco soy mis éxitos ni mis ocupaciones, hallo, por ejemplo, que en mi vida profesional estoy "enrumbada" es decir, voy construyendo algo, pero en realidad, ni me importa, ni tengo mayores aspiraciones.

Otras veces reflexiono con algunas personas que aprecio, otras veces publico mis pensamientos sobre algunas cuestiones que me inquetan, y noto que pasan desapercibidas si acaso, al ir en contra de las mismas exclamaciones de eterno amor y perpetua confianza a Dios, que son mucho más apetecidas en el círculo de la gente que teme reflexionar su fe.

En todo, con sinceridad, encuentro mi disonancia con el común y corriente de la gente que me rodea. Afortunadamente en internet, en los libros y en alguna que otra rara persona, he podido ver que no soy una desadaptada, que hay otros que como yo, siguen en el camino de Dios, y aún están buscándose, explorándose, y sin miedo, reevaluándose.

Sólo puedo decir una cosa, ya para terminar este abrebocas en esta serie que comienzo ahora. El viaje es un viaje digno de vivirse en entera libertad, no sabremos nunca lo que obtendremos de nuestra búsqueda, pero creo, con toda seguridad que más vale la desesperanza de la falta de respuestas rápidas, que el conformismo de adaptarse a un modelo de hombre, perfectamente definido y controlado, que no podremos ser.

Decidir todo de antemano y decir exactamente qué forma precisa tomará el desafío de la gracia, equivale a despojar de su significado a la gracia y reducir el Evangelio de amor a un sistema de seguridad legal”.

Thomas Merton.

junio 24, 2010

De la tentación

Paso ahora por un tiempo de mucha tentación sexual. Quisiera decir que de hecho, hace mucho tiempo no sentía algo así, que pareciera gobernarme en mis pensamientos y en mi cuerpo.

Metiendo todo a mi analizador habitual, creo que esto que experimiento ahora sólo refleja la enorme soledad y deseo de intimidad por la que paso en este tiempo en mi vida. Me siento algo menos atraída hacia los hombres que lo que lo estuve hace un año por estas fechas y al contrario, muchas cosas que no se desarrollaban en la parte homosexual al parecer han tomado fuerza. De nuevo, creo que el filtro proviene no de un descubrimiento de mi sexualidad en sí, sino de un vacío mayor.

Me decepciona muchas veces el tipo de amistades que se da en la iglesia. Al parecer hablas de todo menos de lo que te inquieta de verdad. Te limitas a hablar y a vivir un montón de cosas superficiales con tus amigos. Y cuando se vive con una experiencia de vacío, falta de autoestima y de afirmación como la que vivo yo, estas cosas no sacian, sino que dejan una sensación insípida e insatisfactoria.

Es extraño abrir tu corazón a alguien y entrar en una intimidad y placer al hablar como con poca gente lo haces. Es extraño sentir que desearías que ese alguien fuera un hombre que hallara en tí alguien con quién establecer intimidad de trato y placer en el descubrimiento. Es extraño y doloroso saber que esa experiencia de placer se incrementa, y quieres que esa mujer te conozca más y más, como si con eso lograras que alguien en todo el mundo te valorara y disfrutara enormemente estando contigo.

He sido arrebatada de mi misma, como dice Nouwen. Un viaje hacia dentro es a lo único a lo que puedo aspirar con urgencia, y rogar por que todo el traumatismo consciente y subconsciente no detenga por temor lo que en verdad puede hacerme bien. Tanto silencio interno me está matando.

Hoy es uno de esos días en los que la intimidad duele, por llevarte a lo que atenta contra tus principios y creencias, tan superficiales en su raíz como quizás sean, pero tan reales que duele que tu cuerpo pueda saltárselos y vivir así entre altas y bajas. Es duro y frustrante estar así.

Gracia, que te pueda recibir hoy, Sangre, que pueda recordar tu precio y ser cubierta totalmente. Trono, que te pueda alcanzar para el oportuno socorro.

mayo 30, 2010

Por esto es por qué el reino de los cielos les pertenece...

Hoy me doy cuenta por qué Jesús dijo que el reino de los cielos es de aquellos que son como niños (Mt 19:13-15). Me avergüenzo de dudar tanto de Papá, y perder tanto tiempo buscando yo no sé qué cuando Dios ya me ha dicho tanto!, transcribiré una conversación que tuve hoy con una niña de 7 años y así podrás darte cuenta por qué me siento así:

Valentina: ...me preparé el otro día una malteada de cereal, lo licué y le eché leche y helado, además me encanta hacer muchas cosas raras para comer...y muchos otros inventos...

Yo: Uy qué chévere, ya ahora sí vas a ser como Flint Loco (el inventor, protagonista de la peli infantil lluvia de hamburguesas), y vas a hacer muchas invenciones!!

Valentina: No, aunque yo haga muchos inventos me seguiré llamando Valentina (apellidos reservados, pero los dijo) porque ese es el nombre que me puso mi papá (su papá ya murió) y por eso lo quiero tanto. Así es como me voy a llamar siempre, Valentina por V de vaca porque a mi me gusta el campo, como a mi papá, y Valentina también significa valiente, y como mi papá me dijo que era valiente yo sé que soy así.

Yo: (pues obviamente sin palabras) mmm si Vale, tienes toooda la razón. :S

Pude ver en su respuesta una firmeza y una seguridad que yo no he podido alcanzar. Me da tanta pena con Dios porque él me ha dicho cosas similares y aún sigo buscando intentar ser como otra persona, imaginarme una vida diferente a la que llevo, buscando mi identidad y mi afirmación en lo que otros dicen de mí... en una búsqueda ansiosa lejos de las palabras de Aquél que me ha amado tanto!

En esta etapa racional por la que estoy pasando, de la cual no puedo decir que todo es malo - porque no lo es- sí he descubierto que los logros intelectuales, el desempeño, y la seguridad en el conocimiento adquirido, jamás lograrán afirmar un corazón tanto, como las palabras de quién lo conoce íntimamente (esto es Dios mismo). Una habilidad, un logro, un don, incluso el hallar un lugar en la historia y en el propósito divino, jamás lograrán sobrepasar la inmensidad de sentirse pleno en el conocimiento de Dios mismo. El conocimiento expresado en 1 Corintios 8: 1-2:

"El conocimiento envanece, mientras que el amor edifica. El que cree que sabe algo, todavía no sabe como debiera saber. Pero el que ama a Dios es conocido por él."

Ser conocido por Dios es ser afirmado por Él. Una gran necesidad para todos aquellos que hemos sido quebrantados en nuestra autoestima y que cargamos con el rechazo y el abandono. Ser afirmados por un Padre amoroso que envía Sus palabras a sanar nuestra alma y a sellar las grietas de lo que nunca recibimos.

Nuestra actitud debiera ser como la de los niños: no dudan, creen ciegamente en el amor, las palabras y el cuidado de sus padres. No vacilan entre opiniones, una vez que les has dicho algo, lo creen con su corazón.

Hoy, sin duda, he aprendido mucho, más que de muchos autores juntos, hoy he aprendido lo que es confiarse, abandonarse, rendirse, a los brazos del Amor.

Gracias querida Valentina!

abril 17, 2010

La historia que decidimos vivir

Listening to: Analyse (The Cranberries) Feeling mode: simpatico

For you I open my eyes
To the beauty I see
We we will pray
We we will stay ...together

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Hablando un poco de historia, las he encontrado de todo tipo al echar un vistazo a los blogs y las noticias. Historias referentes a los homosexuales: los que salen del closet, los que deciden salir del mundo homosexual y ser célibes, los que de alguna manera se sanan milagrosamente, forman familias y eso, los que creen en Dios y mantienen pareja del mismo sexo... ah y los que siguen ahí.

Creo que entro en la categoría de aquellos que no encuentran la teología pro-gay satisfactoria, y viven una vida célibe, sin embargo, creo y tengo esperanzas de sanidad y de poder formar una pareja con un hombre algún día. Sé que no es nada fácil y que las atracciones por el mismo sexo son fuertes, pero no quiero impedir la posibilidad de que pueda construír una relación duradera con un hombre y vivir ese tipo de vida.

Cuando comparo un poco lo que pasa en la mente, y el corazón cuando siento algo por una mujer, es muy diferente a lo que siento con un hombre. Creo que con una mujer me enfoco mucho en los detalles, como se viste, como habla, a qué se dedica, qué piensa... etc. Recorro los recuerdos de los días que paso a su lado, que la observo, que hay un cruce de miradas, etc. De hecho siempre paso por un proceso de comparación entre las dos, de como somos y eso. Si lo pudiera definir en palabras, vivo un proceso de pasado a presente inmediato, en este tipo de sentimientos, atracciones, o como sea que ese estímulo sea generado.

Con los hombres es diferente (bueno lo digo porque hay uno que me llama mucho la atención y que extrañamente es de esos sueños que aparecen de repente y te cambian el mismo mundo de pensamientos y posibilidades de vivir) con él las cosas no generan un estímulo tan obsesivo como con las mujeres, eso de la próxima mirada, el próximo encuentro... no, nada. Pero curiosamente dejan una sensación de paz, de un cierto confort que no sé explicar, como si siempre se hubiese planeado así que fuera. Un extraño sentimiento de completitud. No la típica que siempre se menciona de los opuestos, o de los roles de hombre y mujer, sino algo mucho más profundo, más espiritual. Como la verdadera característica y esencia de los dos géneros.

Con él puedo imaginarme un futuro, la construcción de una vida, la seguridad de cosas nuevas, de un trayecto... y no tengo prisa. Los pensamientos no me consumen, pero cuando están ahí dejan una agradable sensación, la buena expectativa de que aún en lo más mínimo se construye algo duradero.

Mmh... quisiera poder explicarlo mejor... pero bueno. Mi punto es... creo que Dios a veces nos deja entrar un rayito de luz y esperanza a nuestro cuarto de las mismas luchas y los mismos problemas. El mismo correteo de esquivar pensamientos, sentimientos, personas. Muchas veces los que tenemos atracciones por el mismo sexo nos preguntamos si algún día algo cambiará, si sanaremos, si encontraremos a alguien... pero muy en el fondo opacamos la posibilidad de que esas cosas pasen. Ese rayito de esperanza es también el indicio y el testimonio del diseño original al cual nos lleva aún en esta vida (sip, en esta vida).

La historia es la que nosotros deseamos vivir. Yo no sé si entre nosotros (él y yo) llegue a pasar algo, sencillamente, no lo sé. Pero creo que no puedo desperdiciar mi vida preguntandome si estoy lista o no, si va a funcionar o no, si seré la mujer (en todo el sentido de la palabra) que él espera, o no. Sólo sé que voy a permitirme disfrutar de esto que experimento en Dios, ahora, hoy en el presente, y que no voy a dejar que los sueños que empiezan a brotar por ahí, los aplaste la evidencia de lo que fue mi vida, mis heridas, mi herencia....y mis complejos.

Jesus vino a que vivieramos una vida de abundancia. El es rico en sorprendernos y en mostrarnos futuros y realidades más grandes que lo que nuestras propias limitaciones nos permiten vislumbrar.