junio 18, 2013

Las vueltas de Jericó

Creo que los que conocemos la historia bíblica sabemos acerca de la conquista de Jericó mencionada en el libro de Josué. Aquí se cuenta como el pueblo de Israel derrumba los fuertes muros de una ciudad impenetrable mediante una estrategia que Dios le dió a Josué la cual fue dar vueltas alrededor de la ciudad durante 7 días.

Ahora que lo pienso esto me habla de una estrategia que locamente me dirige a lo contrario, a salir del modo cíclico de muchas cosas que se van y se repiten, que permanecen más de lo deseado en mi vida. Heridas, maneras de pensar, rencores, decepciones, etc.

Es extraño que Dios derrumbara un muro de una fuerte ciudad amurallada de ésta manera, pero eso me dirige a la persistencia y a la confianza en lo que me dice. Lo que puedo sentir que Dios me dice es "no le des vueltas y vueltas a los mismos pensamientos, sino permíteme rodearlos con mi verdad, hasta que caigan por su peso".

Es hora de salir del modo cíclico, y estos muros que parecen ancestrales en mi vida, no son más que una débil cortina en el panorama y en la ruta que Dios ha trazado para mí, pero me corresponde a mí derribarlos y seguir adelante. Él ya me ha dado Su instrucción.

Siento como mis heridas claman por la atención que indica que no han sido realmente curadas, y sé que Dios tiene la sanidad allí para ellas, es Su Palabra, Su verdad. Es el amor de Dios que me dice "Quiero que seas como yo y si me permites, puedo ayudarte a serlo".

Hay una libertad desconocida que me espera, y casi que puedo imaginarla, eso me hace desear salir de mi confort, pelear. Ser fuerte y valiente con un Dios que no abandona nunca. NUNCA.