Este dibujo fue de los primeros dibujos que hice luego de convertirme al cristianismo. Representa mucho para mí y me devuelve a los recuerdos de cómo llegué a Dios, y cómo Él tan pronto llegué a Sus brazos me cuidó, me lavó, me limpió... me recuerda cómo fuí a parar dentro de Su corazón.También tiene mucho significado ahora. No sé si mi corazón siga pareciendo así por dentro, pero si sé cuánto ha hecho Dios por mi y en mi desde entonces.
Por eso creo que es bueno tomar apuntes, o dibujar... creo que son la clase de cosas que nos devuelven la memoria y nos hacen agradecidos. Aunque hay momentos en que parece que seguimos siendo los mismos de antes o que no avanzamos mucho, cosas como esta pueden recordarnos que seguimos en el corazón de Dios, el Dios de nuestro pasado, presente y futuro, el mismo Dios que vió valor en nosotros antes que alguien más lo hubiera hecho. El Dios que sustenta todo nuestro interior.
Siempre estaré en Su corazón, esos cables y esos tubos me siguen alimentando desde la Fuente, y Su mano no me suelta. Creo que eso es lo que es necesario saber: Que no podremos ser separados de Su lado (Jn 10:28-30).
