noviembre 11, 2013

Honestidad emocional

Este, apesar de ser un sitio que ya poco frecuento, sigue siendo uno de los pocos espacios en que tengo algo de libertad para expresarme, sin pensar en lo que piense la gente. En este caso me faltaba ser realmente sincera y decir que sigo queriendo ser como David a la hora de soltar la frustración y la rabia en la oración. Desde niña siempre aprendí a ser muy "polite" cortés, y a no explotar completamente. Creo que algo de esa represión inconsciente aún queda y tal vez sea la causa de ciertas cosas que aún me inquietan de mí. Hostilidades, aislamientos... dejar que la gente viva su vida en vez de decir con sinceridad lo que pienso.

En el libro que estoy leyendo se habla del término de honestidad emocional como algo vital para tener salud en el alma, y como siendo honesta con lo que siento y aprender a expresarlo me ayuda a descargar mis presiones y porqué no, traumas psicológicos. Perdones demasiado evitados y situaciones acostumbradas a ser ignoradas para que no salga "la bestia" que hay en mí.

Sigo queriendo tener un espacio para gritar y soltar todas las cosas que me molestan sin pensar en los ojos hinchados al día siguiente para ir a trabajar, y sin pensar que tan considerada estoy siendo con los que se sienten a mi estrado. Ahora que lo pienso, el juzgar me viene de eso que no puedo cancelar en mi libreta de deudas hacia mí y los demás.

Todo esto parece pura verborrea, pero tal vez sea útil a quién lea el saber que es mejor soltar las presiones delante de Dios, que terminar quebrando relaciones y vomitando ira, depresión, frustración, por dondequiera que vaya. Tal vez por eso David aún fue capaz de llorar por su hijo Absalón a pesar de todo lo que le había hecho. Ser tan real con Dios es otro nivel... quizás un verdadero paso a una verdadera sumisión a Él.