Encuentro dondequiera que voy cosas que me hablan de mi conflicto interior, de mi incapacidad de ver para dónde voy. Son tantas que no pude evitar desear un tiempo lejos de las opiniones ajenas y de tanto ruido!
Fue una bendición el espacio privado lejos de la responsabilidad, las redes, las voces demandantes, etc. Fue una bendición aunque noté cuanta falta me hace. No podía estar lejos de todo y de todos, dejar 10 minutos en silencio y ya venían repasos mentales de cosas mal dichas, de listas de chequeo, de obligaciones inconclusas, de discursos de lamento hacia Dios....
Qué difícil es el verdadero silencio. Qué dificil es dejar que el silencio no sea molesto, sino necesario, como un desintoxicante del alma.
Encuentro que últimamente me cuesta disfrutar el presente. Me cuesta disfrutar a Dios por hacer la obra de Dios, me cuesta disfrutarme porque debo encontrarme, me cuesta estar sin respuestas porque necesito respuestas! necesito solucionar mi pasado y necesito saber qué haré en el futuro. Pesado? uff sí, muchísimo.
Sigo sintiéndome atraída por la vida monástica, por aquellos que de alguna manera encontraron un camino mejor en lanzarse del precipicio del mundo con sus fantasías de logro y aceptación, a un fresco mar de silencio, soledad, contacto real, voces susurrantes e inquietantes, fragancias de Dios. Sigo creyendo que debo de alguna manera incorporar esa disciplina de la soledad y el silencio a mi vida espiritual. Siento que ese es un indicador de camino que me puede ayudar a encontrar el aquí en el que estoy, escuchar mi voz (la acallada, la ensombrecida) y seguir escribiendo mi vida, con la convicción de lo encontrado.
Y aún no sé definir del todo la cosa.... pero soy consciente de que debo darle a mi vida un espacio. Aire puro. Paz. Soledad. Silencio. Oración. Yo. Él.
Mostrando entradas con la etiqueta Paz interior. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Paz interior. Mostrar todas las entradas
mayo 02, 2012
Retiro urbano
Etiquetas:
Camino,
Dios y yo,
Jesús,
monjes,
Padres del desierto,
Paz interior,
Silencio,
Soledad,
vida
junio 20, 2011
Paz interior
A pesar de que hoy fue un día terrible para mí, tuvo un final dulce, dulce estilo Dios. No sé pero me encanta que aún me trate como niña y me muestre las cosas de las maneras más simples. Ví la pelicula Kung fu Panda 2 hoy, y bueno... la trama trata en una parte sobre la paz interior: "Puedes lograr cualquier cosa sólo con paz interior" le decía el maestro Shifu a Po. Luego el maestro le habló de maneras de encontrar la paz interior y que él debía encontrar la suya. Po la encontró reconciliándose con su pasado, recordando algo sencillo pero poderoso, la respuesta a la pregunta "Quién soy". No era ni un héroe que protegía la aldea, no era un oso que preparaba fideos, no era lo que los demás pensaban que era (ni mucho menos lo que él pensaba que era).
Sencillamente era hijo. Bueno, hijo del ganso (jajaj bueno todos sabemos que no). Era hijo, tenía sentimiento de filiación, estaba en una conexión profunda de relación con su padre.
Creo que esa verdad debe bastarme: Soy hija, y soy profundamente amada. Tengo un Padre. Puedo dejar ir las cosas, reconciliarme con mi pasado, amarme, perdonarme, dejarme amar. Esta verdad es poderosa porque está por encima de mi desempeño, de mis errores, de mis debilidades...incluso está por encima de lo que la gente ve y dice de mí. Está por encima de la marea aprobación-rechazo. Para Él soy amada, incondicionalmente.
Paz interior: Dejarle a Él que me ayude a encontrar salidas. Esperar. Recibir. Silencio. Oración. Perdón. Amor. Renuncia. Entrega. Unidad.
Como diría Thomas Merton: Paz personal, Paz social. No al revés.
Sencillamente era hijo. Bueno, hijo del ganso (jajaj bueno todos sabemos que no). Era hijo, tenía sentimiento de filiación, estaba en una conexión profunda de relación con su padre.
Creo que esa verdad debe bastarme: Soy hija, y soy profundamente amada. Tengo un Padre. Puedo dejar ir las cosas, reconciliarme con mi pasado, amarme, perdonarme, dejarme amar. Esta verdad es poderosa porque está por encima de mi desempeño, de mis errores, de mis debilidades...incluso está por encima de lo que la gente ve y dice de mí. Está por encima de la marea aprobación-rechazo. Para Él soy amada, incondicionalmente.
Paz interior: Dejarle a Él que me ayude a encontrar salidas. Esperar. Recibir. Silencio. Oración. Perdón. Amor. Renuncia. Entrega. Unidad.
Como diría Thomas Merton: Paz personal, Paz social. No al revés.
Etiquetas:
Dios y yo,
esperanza,
identidad,
Paz interior,
vida
Suscribirse a:
Entradas (Atom)