septiembre 27, 2011

Desatando a Lázaro

Este de hoy es un post de agradecimiento. Recientemente oí una prédica en la que se mencionaba el punto de vista de Lázaro, a quién Jesús resucitó. Él en particular no veía nada, así que Jesús tuvo que ordenarle a la gente que rodeaba la tumba que lo desataran (Jn 11:44).  He vivido esto últimamente. He llegado al punto de no ver nada, de insistir tanto en la misma fórmula que digo "Bueno pues si no es por aquí, Padre, muéstrame".  Y Dios ha usado gente para revelarme ataduras que ni me pasaban por la mente. Cosas que la verdad me ha costado mucho reconocer.

Lo bueno es que en la esfera del Reino todo esto es hecho con amor, y siento que lo que me ha sido revelado, realmente podrá desatarme y hacerme andar. Sobretodo, experimento como si ya no estuviera estancada, aunque hay mucho por trabajar. Debo sobretodo, agradecerle al Dios de los tiempos, que se ha tomado la dedicación de fijar en mí todas estas cosas de manera que pueda asimilarlas y actuar.  También a los de cerca y a los de lejos que en su sincero interés han tocado la puerta y no se han rendido, hasta hacerme entender.

En la adoración de este domingo, sentí realmente la verdad de que Dios tiene una estrategia particular para cada uno de nosotros. Sí, hay fórmulas basadas en criterios bíblicos, pero solamente en una relación permanente, expectante y sedienta con Dios, podemos verlo como el Maestro que es, quién no se rinde cuando otros se extrañan de que algo no funcionó en nosotros.  "Te mostraré cosas grandes y ocultas que tú no conoces" dice un pasaje en Jeremías y creo que para alguien que esté perdiendo la esperanza de su sanación y avance esto será útil para recordar: Sólo del Trono se bajan las estrategias para vencer.  Armémonos de fe, dejemos que la gente nos desate, abrámonos a la realidad de la gracia obrando en nosotros y veamos lo mejor suceder.

septiembre 17, 2011

Good lovin' days

Siento como si caminara con el Jesús de jeans gastados y tenis viejos, quién desacelera para ir a mi paso. Tanta bondad suya me asombra, cuando poco veo delante de mí.  Dios sin edad, gracias por días buenos -aunque de guerra- para renovarme y seguir perseverando en amar.

Rompes mi religiosidad enviándome Tu amor en diferentes envases y fuentes. Cuando la sed de amor y amistad trata de exigir respuesta de la misma gente o de la misma manera, en Tu bondad cambias el esquema. Y es que empezando contigo, trato de limitar todo a una manera justa y precisa, pero, desde el Camino a Emaús, me mostraste que no es así, y siempre que persevere en amarte, te revelarás a mí sonriente, precioso, impredecible.

Yeah, I feel your good lovin' way
I do feel loved Lord
I'm speechless
I'm wide open
to the way of the heart
Your very sacred way.

septiembre 10, 2011

¡Derrumbémonos!

¿Has sentido alguna vez que viene una cosa, tras otra, tras otra que parece que no puedes soportar más?, ¿Has sentido el peso del mundo, de tus errores, dolores e imposibilidades de tal manera que no crees ir a alguna parte?
¿Has intentado una y otra vez hacer las cosas que se te piden y aún así sientes que te queda grande?

Bueno, quizás esas preguntas sean un pequeño resumen de lo que se ha acumulado en mí en tanto tiempo.  Volviendo a consejería, me doy cuenta que ya tengo un libreto armado de toda mi "triste historia" de tropiezos que comenzaron con un evento detonante y una gran mentira "no hay Dios".

Mentira que tuve que batallar durante mucho tiempo, y que me llevó a mi más grande bajonazo espiritual. Mentira que se convirtió en distancia y en una prudente frase "Hay Dios pero ya no creo tanto".  Hay posts que relatan detalles del libreto de mi dolor...al cual me aferro y le agrego cosas, nuevas heridas, temores, tropiezos.

No sé si Dios en Su soberano poder decidió usar mis circunstancias actuales para ponerme más peso encima, al punto que todo lo que veo es nada, niebla, oscuridad, dolor...hasta el punto de querer gritar. Tengo esa horrible sensación de que por más que lo intento no puedo hacer ni expresar por mucho tiempo lo que Dios desea de mí: Adoración, misericordia, coraje, fortaleza, amor devoto.

También he sentido que la debilidad es todo lo que puedo ver en mí y todo lo que otros pueden ver. Como que inconscientemente quiero atraer lástima. Sé todo lo que tengo que hacer, pero ese conocimiento me sobrecoge porque es mucho y he olvidado la verdad sobre Dios. Sobre el Dios que ES por mí.

Anoche, sin embargo, algo de Su voz llegó hacia mí, diciéndome en resumidas cuentas "Derrúmbate". ¿No crees poder con tu vida? ese fue el primer movimiento que te atrajo hacia Mí. ¿No crees tener un corazón que me ame? déjame quebrarlo y darte uno nuevo, uno que sea capaz de recibir amor. ¿No te sientes capaz de hacerle frente sola a esa carga que ahora llevas? Nunca intenté que lo hicieras, te lo he dicho antes y te lo repito, no es en tu fuerza... en resumidas cuentas, ¿No crees en mí?  Déjame recordarte Quién Soy. 

Por tanto, esa invitación que me llega, te la hago a tí, quien quiera que seas, si sientes que no vas para ninguna parte en el estado en que estás...¡Derrumbémonos! dejémonos caer en la poderosa mano de Dios, dejemos una vez por todas de tratar de hacer a fuerza de voluntad, algo que sólo puede ser hecho en unión con Él. Dejemos que Su amor nos capacite en el amar, que todo lo que en Él abunda y sobreabunda, llene nuestra miseria. No hay nada que Él quiera que hagamos o seamos para lo cual no nos dé lo que nos hace falta. No hay un amor que Él no quiera revivir...y si nos derrumbamos ante Él, Él hará todo nuevo otra vez.

Porque lo dice el excelso y sublime,
      el que vive para siempre, cuyo nombre es santo:
   «Yo habito en un lugar santo y sublime,
      pero también con el contrito y humilde de espíritu,
   para reanimar el espíritu de los humildes
      y alentar el corazón de los quebrantados. Isaías 57:15