enero 28, 2011

Recordar es vivir

"Recordar es vivir" es un dicho que normalmente se cita en mi país. Se menciona especialmente cuando uno hace remembranza de los buenos momentos vividos, y las cosas realizadas.

Tengo que agradecerle a Refreshing from heaven, del blog Mi Lucha Interior, un bloguero con quién he construído una relación de apoyo y amistad en el camino, que a través de muchas de las cosas que dice y que comparte, revela mucho de su carácter: Firme, con fe como de un niño, y radical en lo que cree. Hoy en su post escribe sobre un ministerio de sanidad interior en España y de los testimonios impactantes allí.

Hablé ayer de leer y de no cansar de redefinirse. Es verdad. No me arrepentiré de tener que borrar el papel de cosas escritas y volver a arrancar. Ayer leí sobre una historia de alguien que estando dentro de la iglesia decidió "salir del closet" y construír su vida así. Hoy leí sobre un testimonio de una lesbiana que se convirtió al cristianismo y como su vida tan dañada, fue restaudara por el Dios de amor.

Esa historia me impactó tremendamente. Tuve una especie de "flashbacks" de mi pasado, de oraciones angustiosas que hice, de pésimas decisiones que tomé... pero sobretodo, recordé el inicio de esta historia que he ido tejiendo con Dios y que ha marcado la pauta de un nuevo caminar, de una nueva forma de ver la vida. No puedo ignorar eso. No puedo ignorar que Dios me sacó del lodo cenagoso y me puso sobre la roca que es mi Jesús.

No puedo ignorar que todo el rechazo que cargué tanto tiempo, lo ha ido transformando en una nueva creación, en Su rosa, en una mujer a la que voltean a mirar en la calle (ja! y cómo me río de eso), como ha hecho tanto en mi vida y la de mi familia que con solo pensarlo se me llenan los ojos de lágrimas. Sé que eso suena algo pacato para mis posts agresivos y confusos de los días anteriores. No me importa. Es la pura verdad.

Tratando de conciliar lo escrito en este y el anterior post, podría decir que no me arrepiento de lo que he dicho en los posts anteriores, de mi confusión, de cierto cansancio de querer manifestar un cambio externo en mi atracción y esas cosas, de dejar de rechazar sentimientos que están ahí y a los que no siempre se les puede huír. Todo eso me hace de alguna manera más humana, más consciente de la realidad que comparto con millones de hombres y mujeres de este mundo, con la lucha por vivir una vida digna y una vida que no sea rechazada por sus decisiones.

Sin embargo, tampoco me arrepiento de decir que amo a Dios con todas mis fuerzas, que en el fondo de mi corazón, no quiero seguir igual, quiero disfrutar una vida llena de amor real, de vivenciar la transformación y la sanidad que Él le dió a muchas personas mientras estuvo y estuvieron en la tierra (cojos, ciegos, prostitutas, y quiero pensar que homosexuales), quiero verlo obrar más allá de mis opciones y de lo que puedo ver. Quiero algún día ser una voz de esperanza, alguien que pueda transmitir algo de lo mucho que ha recibido a otros (porque lo cierto es que he recibido mucho).

No puedo desligar lo humana que soy, con mi ciudadanía celestial. Son el conjunto de cosas que me ayudarán a no enloquecerme en el camino hacia el cual Dios anhela llevarme. Bendigo la oportunidad que Dios me dá para construir mis convicciones, y para creer en una plena restauración, en el día a día, en medio de las circunstancias, en medio del no todavía.

enero 27, 2011

Redefinirse

Nos redefinimos a cada momento, bueno al menos yo. Redefinirse no debería darnos miedo. Hay dudas qué combatir, hay sentimientos qué enfrentar, y un sin número de historias qué leer y qué pensar.

Leía hoy una entrevista hecha a Jennifer Knapp, cantante de música cristiana que hace un tiempo "salió del closet" y admitió que era gay. Me sorprendió la lucha que ella tiene, no respecto a su orientación, sino al hecho de que su elección se debatiera con su fe. Pienso a menudo que esa es una situación en la que nos pone la iglesia y la gente que la conforma. Esto hace, para el que está en la fe cristiana y con luchas con la atracción por el mismo sexo, muy difícil el llegar a aceptarse, e incluso a dudar de si es una persona de fe.

Me impactó esto que dijo: (pongo la traducción abajo)

I have a lot of fans who live in real-life scenarios, not just live within the walls of their church. They aren't surrounded by Christians all day long; they don't just listen to Christian music. I have a lot of critically thinking fans who are trying to sort out their lives as Christians as best they know how. I think as a result of that, a lot of them have been marginalized; they're still seeking to be Christians but not always measuring up to the marketed idea of who they should be.


Tengo muchos fans que viven en escenarios de la vida real, no solo viven dentro de los muros de su iglesia. Ellos no están rodeados todo el tiempo de cristianos, ellos no solo escuchan música cristiana. Tengo muchos fans de pensamiento crítico, que están tratando de resolver sus vidas como cristianos lo mejor que saben. Creo que como resultado de eso, muchos de ellos han sido marginalizados; ellos todavía están buscando ser cristianos pero no siempre alcanzando a la medida del "mercado" de quiénes ellos deben ser.
Pienso que intentar ser como un ideal que se nos vende es un gran error. El ideal hetero y de cambio instantáneo está guiando a mucha gente fuera de la fe, o a destruirse a sí misma (suicidarse u odiarse). Es preciso construir una fe y un conjunto de convicciones reales, que tengan un sustento, no solamente por que nos dicen que así es que debe ser. Estamos en proceso y se nos da Gracia aún para asimilar todas las cosas que nos pasan, todas las cosas que arremeten contra nuestro amor propio, contra nuestro deseo de amar a Dios.

enero 20, 2011

Y arranca todo de nuevo: 2011 ¿Out of this land?

Mañana parece arrancar todo de nuevo. A nivel de iglesia, comienzan actividades y me asusta un poco lo que viene. Por una parte, no quiero sentirme de nuevo la "rara" en medio de la gente, no quiero seguir manteniendo rencores, juicios y prejuicios (reales o imaginarios) respecto al trato que he recibido anteriormente. Digo, no es que se me haya tratado mal en mi iglesia y en el grupo al que asisto, es sólo que de alguna manera ya no puedo responder como antes, tan entusiastamente, tan diligentemente, sencillamente, no puedo.

Estos días al pensar en este arranque de año, me ha asaltado la duda varias veces, respecto a qué hacer, que camino tomar, cómo comportarme, etc. No puedo negar que la percepción que otros tienen de mí me importa, y que lo que creo (mi percepción) de lo que ellos piensan, me hace actuar de determinada manera. No confío igual que antes en muchas cosas. Necesito que se me den razones o que se me indique un camino más allá que ofrecerme las mismas herramientas y la misma secuencia de cosas. Ya las sé.

Probablemente muchas cosas asociadas a la sanidad interior no tengan que ver SOLO con el pasado, sino con la construcción de seguridad y confianza, y de la aceptación de uno mismo en el proceso. El "Fix" no es tan rápido, y eso debería enfatizarse, porque los que arrastramos con taras y secuelas de heridas muy grandes, nos damos muy duro cuando vemos lo mucho que nos cuesta en relación a otros.

A mí mi sanidad me ha costado mucho, muchísimo. Es uno de los motivos que más ocupan mi atención (si no es el que más). He pasado por varias fases, he estado en ministerio de restauración, he hecho pasos de sanidad interior, he ido a psicólogo, etc. Muchas de estas cosas han cavado y cavado en mi pasado, hasta el punto de volverme paranóica respecto a cosas que creo no haber encontrado aún y que me hacen todavía "defectuosa" espiritual, emocional y sexualmente.

No puedo negar que esos procesos me han ayudado, pero tampoco puedo negar el dolor de la frustración del "no todavía", de la horrible sensación de "quedarse atrás" respecto a otros que comenzaron conmigo, entre otras cosas.

Ahora que lo pienso, nunca fuí del todo normal, y no sólo en lo referente a la orientación sexual. Siempre fuí considerada una "weird" dentro de los grupos comunes. Poco aceptada mi irreverencia y mi desdén por afiliaciones perpetuas a élites y "roscas" de todo tipo. En medio de lo perdida que me sentía, nunca fue mi opción intentar ser igual a alguien, ni pensar en masa. La lectura y la soledad ayudaron un poco a eso. El humor también.

El saberse diferente y el que otras personas lo reconozcan da un poco de miedo. No con todos se puede ser igual de sincero. Recibir demasiada sinceridad hoy puede ser considerada una virtud. Mañana no tengo esa opción, eso me asusta. Me asusta tomar decisiones perpetuas y encontrar que sigo fallando, me asusta volver a correr por sueños y logros de masas. Aunque también me asusta seguir siendo la misma, es verdad. Me asustan mis defectos de carácter, me asusta lo voluble de mi ser interior. Hay muchas cosas por mejorar pero no sé cómo, ni en que forma o grado pedir ayuda. Dios es el que obra la transformación, es sólo que no me quiero perder oyendo sólo mi propia voz..... en fin.

Mañana captaré estímulos y sondearé reacciones. Trateré de escuchar con mis oídos y ver con mis ojos, si Dios me lo permite.

Sé que hay cosas buenas ahí fuera, esperándome.

enero 18, 2011

Para variar, no varío

Para variar, no varío. Qué se le puede hacer? veo a otros hablar confiadamente de un futuro que se pueden imaginar felices y contentos. Muchas veces estoy feliz con un día que termina sin que la sombra de mi error y mis pesares me atormenten.

No quiero quejarme más, tal vez es solo un post para pensar en varias cosas.

  • He tomado la decisión de volver al hogar. El intento, el intento se traduce a dejarme abrazar por el Amor en una agonía de silencio y de canto, en la que ya no me atrevo a pedir revelaciones, sólo puedo dejar que pasen. "Cuerdas de amor, capturan mi ser" momentos que permanecen y que cambian mi modo de pensar, me abren los ojos y el corazón a la expectativa por Dios.
  • El intento trae fallas. Habrán días como hoy que fracasos del carácter y del temperamento me hagan sentir una pésima persona, un terrible ejemplo de "seguidora de Cristo". Días que suelen arrojarme a la frustración y a la decepción con la que he vivido por largo tiempo. La frustración me invita a lugares cotidianos de pensamientos fantasiosos.
  • Lo que ha cambiado todo es mi decisión. Y más aún, la decisión de Dios. La suave pero insistente voz que me dice "Tu eres mi hija amada, en quién tengo complacencia". La voz que no me creo todavía pero que de alguna manera hace cambios en mi cerebro obsesionado, y en mi corazón sediento de amor.
Afortunadamente, para lo terco de mi actuar, y de mi tambaleante volver a Dios, El no varía, ni un centímetro. Esto lo expresa hermosamente este fragmento de un soneto de Shakespeare:

No es amor el amor que cambia cuando un cambio encuentra,

o que se adapta con el distanciamiento a distanciarse.


¡Oh, no!, es un faro eternamente fijo

que desafía a las tempestades sin nunca estremecerse;

es la estrella para todo barco sin rumbo,

cuya valía se desconoce, aun tomando su altura.


No es amor bufón del Tiempo,

aunque los rosados labios y mejillas corva guadaña sigan:

el amor no varía con sus breves horas y semanas,

sino que se afianza incluso hasta en el borde del abismo.


Ese eres Tú, por eso oro como la sunamita de Cantares "Llévame en pos de ti, correremos".

enero 12, 2011

Camino y encuentros parte II

La búsqueda del alma humana no puede desligarse de la búsqueda del espíritu hacia el regreso al hogar. Ahora que ya he sido tocada por el Espíritu mi búsqueda no es como antes, antes buscaba llenura, buscaba satisfacción más allá de toda expresión humana, y la encontré.

Luego de encontrarla, se abrió en mí una profunda necesidad de encontrarme a mí misma. La revelación de Dios muchas veces no sacia, sólo hace que se disparen más dudas y cuestiones. En lo personal, Dios se ha revelado como un Dios que sufre, que tiene grandes y profundas heridas, que me revela su propio dolor por mí, y no he podido entenderle, tal vez es una parte más de esa sensacion de no ser normal, de pertenecer al lado marginal.

Experimentar dolor en carne propia, dolor de ausencia, dolor de lo incomprensible del pasado y del presente, me ha hecho de alguna manera entender la división que hay en mí. No me acepto del todo, y ciertamente, no acepto la forma en que el mundo espiritual a veces se me revela. No acepto la anormalidad de mis crisis y mis quebrantos y eso no ayuda a la hora de querer llegar a alguna parte.

El año pasado me cansé de correr como loca a hacer ciertas cosas en lo externo que me dieran la sensación de sanidad que por dentro sabía que no estaba presente. Me harté y me desanimé muchísimo respecto a mi progreso espiritual, y al hecho de que muchas cosas seguían viniendo sobre mi vida sin desearlas y sin llamarlas.

La tentación y la incomprensión de lo que pasaba en esos momentos, marcó el inicio de una búsqueda diferente, la búsqueda del alma que no se comprende, que se piensa sola, que sufre y encuentra difícil hallar una salida. Esa búsqueda estuvo marcada por lecturas, estudio, entre otras cosas. Descubrí autores de la vida espiritual que fuera de darme certezas compartían de algun modo mis dudas, mis momentos de incertidumbre, y podían llegar a indicar un camino, el camino de regreso al hogar.

Pienso ahora que supuestamente, planeo una "visión" para este año, que lo que más quiero es tener claro hacia donde quiero ir, el riesgo implicará para mí una cercanía verdadera con Dios, una cercanía marcada por el abandono del miedo y del hallar razones, para caminar más y más profundo hacia el centro, hacia ese lugar al que temo llegar y que es el único que puede darme descanso y paz. La Casa de Su Amor.

Como dije al principio, las dos búsquedas de alguna manera tienen que llegar a ser una sola. El alma sola se puede perder en un mar de emocionalismo y existencialismo que jamás vaya a algún lugar. El Espíritu solo, podría desatender toda la cuestión y la búsqueda legítima del ser humano, aunque debo reconocer que el Espíritu es el mejor guía. Sin el Espíritu a bordo de esta aventura del alma humana, todo sería ir a la deriva y sin un norte, pues sólo el Espíritu sabe el lugar de regreso a casa, El ya ha estado ahí.

enero 10, 2011

No hay certeza*












No hay certeza de que el Camino ahora haga las cosas más fáciles. En realidad no hay mucha certeza de nada, realmente. A veces, el conocimiento de la Verdad nos pone sal en la herida y nos atormenta en relación al hecho de que seguimos cojeando y, a veces, cayendo.

Pienso en estos momentos en una garantía real que sí se nos ha dado en el ahora: La eternidad. Esto es, que el tiempo está de nuestra parte. Que aunque cojeando o cayendo, siempre podremos ver el rostro amoroso de Jesús, que fuera de toda presión del tiempo o del espacio, sigue revelando oportunidad, y por oportunidad entendemos esperanza.

Esperanza que sustenta nuestros fracasos, esperanza en medio de la desesperación, esperanza en el rostro de fealdad de nuestro presente, esperanza para los tonos grises de nuestros días.

*Para un amigo, en algún lugar.