febrero 24, 2014

Algo que golpea de repente

Hay cosas en la vida que te golpean de repente. Como ver un viejo escrito tuyo, notas de aprecio y cariño de personas que ya no caminan en el mismo sendero contigo pero que han dejado una profunda huella en tu corazón. Cosas de esas te despiertan y te dicen: Qué pasó? donde está ahora esa niña que se dejaba llevar por el amor y el afecto y eso no mentía acerca de los pasos que deseaban caminar sus pies? en qué momento se perdió esa intuición del corazón que se expresa en las palabras para encontrarse perdido?

No lo sé. Encuentros como estos me recuerdan afectos que me llegan a lo más hondo del corazón. Nada ha podido borrarlos, son tan parte de mí que no entiendo porqué los abandoné y enterré tan profundo en los No de la gente y las circunstancias.

En un día como hoy, he llegado a sentirme amada, muy en lo profundo de mi ser. Algo más allá que las palabras y las personas que han marcado parte de mi vida, me recuerda la posición y el lugar de ese hombre que ama mi corazón y que desea mi alma. Me recuerda una gota de todo eso que me pierdo de Él, cuando me trago las críticas y las tardías recompensas. Me recuerda que debo dejar el overol de trabajo, y sencillamente, sentarme a beber sus palabras de amor. "Esa es la mejor parte" Le dijo a su amiga que se esmeraba en servirle pero que olvidaba que Él aguardaba responder a sus atenciones con un banquete de abrazos y dulzura más grande que la que alguna vez, alguien pudiera prodigarle.

Me acuerdo de lo muy amada que soy y pruebo de esa sensación de querer vivirlo una vez más. Sentarme allí a sus pies. Recibir un amor que es más fuerte que la muerte, palabras tan cortantes, como una cuchillada al corazón, difíciles de ignorar, operando en lo más profundo. Canciones, imágenes y recuerdos que tejidos soplan a mi alma aliento de vida y un descanso sin par. Amor que no acaba. Jesús para mí.