agosto 22, 2010

El pan de cada día

He iniciado a observarme con un sentido mayor de esperanza. Me explico. Ver en mí tantas falencias de la carne, de mis heridas y de mis fracasos hacen que de repente piense que no hay salida, que no puedo avanzar a nada... que jamás seré una persona que pueda transmitir algo valioso de Dios a otros.

En ocasiones estar en la casa de Dios se me hace más conflictivo que estar por fuera, y me refiero a la tentación que de allí proviene. Oro a Dios por gracia para soportar mis decisiones de seguirle, por gracia para liberarme de mis obsesiones y preocupaciones, de mi hostilidad para huír de la tentación, del rechazo propio y ajeno... de la atracción por las mujeres.

Pienso hoy que Dios me da gracia para soportar y para tener una mente despejada que es lo que más deseo junto con un sentido mayor de Su presencia y Su amor. Pero esa gracia incluye provisión para el proceso (esa es la parte que parece que no puedo soportar), un proceso que de día en día, incluso de una hora a otra oscila entre victoria y fracaso, luz y tinieblas. A veces no puedo soportar sentirme libre de mis sentimientos por una mujer en cuestión y poder orar, adorar y concentrarme en mis tareas... para luego verla rondar por allí y estremecer de nuevo mi ser con ansiedad, con distracción, con estrategias de la carne que hacen todo menos que ahuyentar la atracción.

Pienso que Dios me da gracia para saber qué hacer cuando disfruto de paz... porque es cierto que se ha vuelto algo extraño en mí y no sé que hacer con ella. Creo también que Dios me da gracia para entender su trabajo en esta mujer y en mí, y cómo de alguna extraña manera nuestras heridas y nuestras luchas no le impiden llamarnos a servirle, ni le impiden seguir amándonos.

Por ahora sé que lo importante es concentrarme en Dios, orar con un nuevo sentido de fe, y de que Él si responde a mis oraciones y que si llena realmente mis vacíos. Que al profundizar en Su amor, y al tener esa base, todo lo que veo mal en mí, pasará a un segundo plano, y empezaré a andar confiada... a andar realmente encaminada hacia mi hogar, dónde se me otorga pan para la jornada, esperanza en el camino, luz en el sendero.

agosto 19, 2010

Excusas

Hoy pienso en las veces en que he puesto mis razones por encima de lo que Dios desea para mí, de las veces en que me habla de lo mismo, y yo lo sé y estudio sobre eso y pienso y reflexiono pero aún así sigo evitando esforzarme para cambiar.

Excusas! seguiré así por siempre? pretenderé que todo es culpa de otros, de mi pasado, de mis chichones? no quiero seguir igual. Si tengo dudas, si tengo luchas, no es acaso Dios el único que puede ayudarme? no es acaso Dios quien se revela como es, y por eso le conozco, le amo y le sigo?

Me avergüenzo de mis propios complejos, de querer compararme con otros que sí, tienen una espiritualidad diferente y un modo de pensar diferente al mío, pero caramba... lo desarrollan! yo en cambio armo castillos conceptuales de un Dios al que conozco en la distancia y todo lo que sale de mí... soy yo y nada más! mi egocentrismo, mi mediocridad, mi falta de esencia.

Hasta cuándo! Hay una vida por conquistar y es cierto que esa vida se conquista con las decisiones diarias que hacemos, incluso las decisiones minuto a minuto. No podemos desanimarnos por ver pocos avances en hábitos y patrones de pensamiento que hemos construído a lo largo de los años... pero podemos recordar que junto a nosotros está El Maestro de nuestra vida, que anhela enseñarnos, discipularnos, darle solidez, raíz y fruto a nuestra vida.

Me gustan las artes marciales. Fuera de lo nocivo que se puede pensar a nivel espiritual en el medio cristiano, pienso que tiene mucho mérito el tener una disciplina que ayude a generar autocontrol, y que hable de los buenos valores del luchador. Puedo pensar que Dios ahora es ese Maestro que contínuamente enseña y pule todo aquello tosco de nuestro carácter si le permitimos que hable a nuestra vida, y que trate con nosotros. Él no desea vernos igual, pero es todo decisión de nosotros, hacer espacio en nuestro corazón y nuestra vida para que Él nos transforme desde adentro.

Una frase de Karate kid 3 que me gusta mucho es esta:

Mr. Miyagi: Está bien perder contra el oponente, pero no contra el miedo.

Aunque en el camino haya momentos difíciles y el entrenamiento sea de morir y renunciar, de volver a acondicionar el cuerpo espiritual, es preferible eso a por miedo o desaliento no hacer nada, y así rechazar el poder de la Sangre que Jesús murió para darnos. Su sacrificio no puede recibir de parte nuestra la autocomplacencia y la pereza... nuestras excusas.

Tenemos un Rey y un Maestro al cual honrar... demos la pelea!

agosto 01, 2010

Oración al Dios de los altos pensamientos

Bendita Visibilidad de Dios que sustenta nuestra ceguera
Bendita Gracia de Dios que sustenta nuestra debilidad y pobreza
Sagrada Luz de Dios que permanece en nuestras tinieblas

Átanos siempre a tí.
Que podamos acudir a tí aún cargados de derrota y miseria
Que nuestra indigencia sea abrumada por tu riqueza
Que la mano de tu bondad esté siempre extendida para amar
Que la mas densa oscuridad sea aniquilada por el alba de tu paz

Que la torpeza de nuestros pasos sea guiada por la Luz de tu Verdad
Que el final de nuestros días llegue a tocar el cielo de tu eternidad.
Que nuestros corazones sean saciados por siempre en tu inmensidad.