noviembre 20, 2011

Daddy's Song - Original of the species, U2



Las veces que me he encontrado con esta canción han sido de lo más extrañas y dolorosas, al decir verdad. Le llamo la "Canción de Papá" porque me habla de tantas cosas: Mi autoestima, mi necesidad de amar y ser amada, mi confianza, mi valor como persona... que no puedo más que quererlas oír de la boca de Dios una y otra vez.

Aparte el video es bellísimo.

"Quiero algo más de tí... quiero todo lo que tienes, y no quiero nada que tu no seas"

noviembre 10, 2011

Mi poema de salvación




"Y si Dios me guardo, es porque nunca cesaste de orar,
esa forma de amarme, te hace madre especial.  
Cada palabra por mi y lagrimas nunca fueron en vano 
Dios escuchó tu oracion y si hoy aqui estoy ... es un milagro"

Tercer cielo, Orar contigo otra vez.



Hoy quiero hablar de mi poema de salvación: Mi madre. De todas las cosas por las que le puedo estar agradecida hay una que las supera a todas: haber orado por mí, y haber consagrado mi vida a Dios. 

En los momentos más oscuros de mi vida, fue ella la que se enteró de una relación que tenía en ese momento con una chica, revisando entre mis cosas, y para ella fue durísimo... cuando llegué a la casa su cara de tristeza me rompió el corazón. No recuerdo que me dijo, pero sí esa cara, y ese dolor que le causó el descubrimiento. 


Sé que quizás como otras historias que he visto por ahí ella pudiese haberme echado de la casa, o pudiese haberme tratado con odio y rechazo pero no. En silencio se puso a orar. Y no fue que yo me diera cuenta de esto, visiblemente, sólo después de convertirme al cristianismo lo entendí. Recuerdo cuando iba a bares de ambiente, y el autoodio me impulsaba a lanzarme al abismo, intentar meterme con cualquiera, y de repente sentía que era como invisible para los que estaban ahí. Cuando intentaba hacer algo sentía  un muro infranqueable que no me dejaba pasar.

Ahora sé que ese fue el poder de la oración. En vez de asignar mi vida y mis comportamientos a Satanás, ella prefirió consagrarme a Dios, de lo que luego me enteré por voz de otra persona, y aunque no fue de la manera que ella esperaba, Dios cumplió su petición.


Cometí muchos errores, e hice cosas de las que me averguenzo, pero creo que sin esa intercesión de parte suya, habría sido peor, tal vez no habría visto o escuchado al Dios que me invitaba a entregarle mi vida. Y aunque ella no es cristiana  la fe que tiene en Dios, a veces me deja perpleja. Ese poder de su oración es de las cosas sobrenaturales por las que tengo que agradecerle a Dios por su vida, por habermela regalado como madre. 


Ahora quisiera devolverle el bien que me hizo, y orar por ella también. Interceder con mi corazón derramado ante el Padre que escucha. Ese será mi mejor regalo.


¡Dios te bendiga madre querida!

noviembre 07, 2011

Sobre la muerte y el encuentro


“Al principio dije que había Personalidades en Dios. Ahora voy a ir más lejos. No hay auténticas personalidades en ningún otro sitio. Hasta que no hayas entregado tu ser a Cristo no tendrás un auténtico ser. La igualdad se encuentra sobre todo entre los hombres “naturales” no en aquellos que se entregan a Cristo. ¡Cuán monótonamente iguales son los grandes conquistadores y tiranos; cuán gloriosamente diferentes son los santos!

   Pero ha de haber una auténtica entrega del ser. Debes rendirlo “ciegamente”, por así decirlo. Cristo te dará ciertamente una auténtica personalidad: pero no debes acudir a Él sólo por eso. Mientras que sea tu propia personalidad lo que te preocupa no estás acudiendo a Él en absoluto. El primer paso es intentar olvidar el propio ser por completo. Tu auténtico nuevo ser (que es de Cristo, y también tuyo, y tuyo sólo porque es Suyo) no vendrá mientras lo estés buscando. Vendrá cuando estés buscando a Cristo. ¿te parece extraño? El mismo principio rige para asuntos más cotidianos. Incluso en la vida social, nunca causarás una buena impresión en los demás hasta que no dejes de pensar en la buena impresión que estás causando. Incluso en la literatura y el arte. Ningún hombre que se preocupa por la originalidad será jamás original; mientras que si simplemente intenta decir la verdad (sin importarle cuántas veces esa verdad haya sido dicha antes), será, nueve veces de cada diez, original sin ni siquiera haberse dado cuenta. 

Y ese principio aparece a lo largo de la vida en su totalidad. Entrega tu ser y encontrarás tu verdadero ser. Pierde tu vida y la salvarás. Sométete a la muerte, a la muerte de tus ambiciones y tus deseos favoritos de cada día, y a la muerte de tu cuerpo entero al final: sométete con todas las fibras de tu ser, y encontrarás la vida eterna. No te guardes nada. Nada en ti que no haya muerto resucitará de entre los muertos. Búscate a ti mismo y encontrarás a la larga sólo odio, soledad, desesperación, furia, y decadencia. Pero busca a Cristo y le encontrarás, y con Él todo lo demás.”
                                               Tomado del libro Mero Cristianismo, de  C.S Lewis