diciembre 28, 2010

Sin asunto

No sé explicar como me siento, es una extraña confusión de cosas, un tiempo tal vez, para reevaluarlo todo (afortunadamente mi fe puede ser sometida al escrutinio) aunque no solo mi fe, sino mi forma de llevar la vida, mis decisiones, mis sentimientos, todo.

A veces me siento como una veleta, llevada al viento por cualquiera, y con pocas bases de cualquier cosa. Es cierto, ha sido una tentación insistente, y yo no. No he podido lidiar con esto, y mi fuerza interna parece desvanecer... es entonces cuando escucho dentro de mí la palabra "La ley de vida reside en tí ahora, no la ley de pecado y muerte" o "el pecado da a luz la muerte" cosas q me advierten del camino con el que juego en mi mente, cuando siento que ya no puedo más, que no hay otra motivación.

Será que no sé a donde van las cosas? será que no sé cuánto me dolería perderlo todo por darle rienda suelta a las pasiones sometidas de mi ser? quisiera poder huír a un lugar lejano, una cueva, orar, gritar, clamar, reclamar... toparme con el fuego de Dios.

De otra parte, no pasa un final de año sin que me entere de cosas de mi papá (biológico, cabe anotar) y detesto saber cuanto le he heredado a nivel emocional, tanta inestabilidad, tanta improvisación para todo... tanta inconstancia. Cosas que no me sorprenden pero que de una manera u otra hacen mella en mí, que siento ya no poder más.

Me hiere el silencio de la mayoría de la gente, me encuentro rodeada de amigos aparentemente cercanos, pero ninguno al que pueda llamar en la madrugada a decirle "me siento tentada, ayúdame" y que no te ande mencionando los conocidos versículos o diciéndote que debes huír...

No he podido huír... y es lo que más quiero. De qué me sirve una vida mediocre, una vida en la que tengo convicciones de que lo que siento no le agrada a Dios, (y aún así me ama) pero no poder evitar sentir? no poder evitar el clamor dentro de mí pidiendo atención y afecto?

No sé, le tengo cierto recelo a los confiados votos de nuevo año, pienso que es mejor, construir sobre la base de Dios, del amor que fluye gratuita e incondicionalmente de El. Nadie puede abrazarme como él, nadie puede darle al punto exacto de mis dudas y quebrantos. Todos callan, todos parecen decir lo mismo, todos parecen indicar el mismo camino.

Qué me dirá cuando lo encuentre? anhelo Su misericordia. Esto es nuevo y viejo a la vez, es inmanejable y necesito divina intervención.

De las características de Jesús en Isaías 9 me quedo con esta hoy: Padre duradero (everlasting father) ni el biológico, ni los espirituales, nadie, nadie parece permanecer tanto.

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