mayo 28, 2010

De la resistencia y la rendición

Me he resistido. He sabido mantenerme bajo llave durante mucho tiempo, a salvo de ser herida por las expectativas puestas en mí y en otros, a salvo de descubrimientos dolorosos, de la frustración del "no todavía", a salvo de las comparaciones, a salvo... a salvo de cualquier tipo de riesgo verdadero.

Me he creado una máscara. No necesito de nadie, no necesito siempre ser tan vulnerable, no requiero las mismas formulitas que le aplican a todo el mundo y a todos le funcionan -menos a mí- no, yo no necesito ayuda, he crecido demasiado y me he dado cuenta que todos repiten lo mismo como loras, que realmente no pueden ayudarme, su mundo es demasiado perfecto para entender las luchas consistentes de alguien más. Soy inteligente, soy razonable, ya conozco demasiado, puedo andar sola, tengo a Dios... y a mis libros.

He cerrado la puerta, he dicho que no, creí ponerme a salvo pero no puedo evitar sentir la tristeza de estar muriendo, de perder vida. He olvidado por completo la firmeza de las promesas de Dios -ya me parecen sugerencias- he hecho el voto de creer que el servicio, la vocación y el amor profundo y perfecto han quedado lejos de mi alcance. Me he acostumbrado a vivir así.

Rendición, Surrender en inglés. Me gusta más en inglés, me suena a saltar al vacío, a perder el control. He tenido ese deseo muy fuerte desde hace ya un tiempo. Surrender, casi a diario pienso en Surrender. He quedado envuelta en lazos mentales, en grilletes de pasividad y conformismo, en cadenas racionales de autosuficiencia. He entrado en un laberinto a buscar sentido, respuestas, propósito, con mi propia brújula vieja. Tu no estabas ahí, me he perdido, he perdido tanto.

Me faltan fuerzas para rendirme, pero quizás era necesario llegar a estar sin fuerzas para estar desesperadamente anhelante, desesperadamente ansiosa por el salto, por ser libre de no tener el control. Quiero recuperarme, quiero retomar y cumplir mis votos iniciales, quiero postrarme ante el amor primero, y ser libre de mi orgullo protector. Quiero arrodillarme en cuerpo y alma, de mente y corazón. Quiero darte la oportunidad de sorprenderme, de darle cachetadas a mis suposiciones de Tí, quiero tomar el riesgo de la velocidad a la que puedes llevar las cosas.

Gracias por poner vallas en los libros, en la música, en las conversaciones, en mi corazón. No, Tu nunca te quedas callado, eres fiel, eres seguro de Tí, y de todo lo que tienes para dar.

Ayúdame a llegar.... al momento de rendición*.

*moment of surrender- U2


No hay comentarios: