Con un vaso de bendiciones en espera,"Derramemos ", dijo, "en él todo lo que podamos;Que las riquezas del mundo que yacen dispersas,Se contraigan en un solo espacio ".
Así que la fortaleza primero abrió camino;Después la belleza, después la sabiduría, la honra y el placer;Cuando casi todo había salido, Dios se detuvo,Percibiendo que de todo su tesoro,Solo quedaba en el fondo el descanso.
"Porque si también le doy ", dijo Él,"Esta joya a mi criatura,Él va a adorar mis dones y no a mí,Y a descansar en la naturaleza y no en el Dios de la naturaleza:De esa manera, los dos saldremos perdiendo.
"Así que dejemos que tenga el descanso,pero mantengámoslo con la aflicción de la inquietud;Que sea rico y cansado, para que al menos,Si no lo guía el bien, sea entonces el cansancioEl que lo lance hacia mi pecho ".
La Polea
George Herbert
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