febrero 20, 2011

Interrupciones

Siento la invitación del silencio. No vale repetir palabras, sensaciones y experiencias sabiendo que no aportan nada. Seguiré el llamado del silencio.

Hoy sin embargo, la rabia me sacudió el llamado, me ofende cuando detecto esas cosas que Veldugo llama "Maldito Mundo" pues encontré que atendía una charla en mi iglesia acerca de los grupos en donde uno se reúne a compartir de Dios. El que hacía la charla mencionaba a menudo esta frase que me sacó de los chiros (me sacó el malgenio en expresión colombiana) "Si no te llaman (si no se preocupan por tí, si se organiza una reunión) y no estás invitado, no estás entre los doce" !!! Para estar entre los doce tienes que ser un sapo.

Eso de estar entre los doce, o de llegar a cierto nivel por la formación que se dá, no me garantiza que sea más o mejor cristiana que nadie, y lo digo yo poniéndome de referencia.

La cosa es, que esta clase de comentarios me enervan porque de cierta manera me desestabilizan, me hacen sentir una persona rebelde y antisocial, una cabra en vez de oveja. Cuestionan mis motivos y me hacen pensar que lo que elijo dista mucho de ser "La Voluntad de Dios".

Lo cierto es que esto me pasa porque en aras de querer generar una estructura de soporte, y de soltar la estructura externa (en la dependencia estricta a solo ella), tambaleo entre decisiones, entre el domingo y el sábado, entre la oración y el salir a la calle. Todas estas cachetadas de los sistemas en que vivo, me hacen pensar que esa estructura y esa senda de decisiones es algo que debo construir en mi interior. Supongo que siempre habrá comentarios que me incomoden, que vayan en contra total de lo que creo, pero aún así, no puedo dejar de vivir en comunidad ni de apreciar la dirección y el soporte que da una iglesia. Y eso es válido para los otros sistemas: gobierno, salud, educación, etc.

La justicia, el amor y la misericordia que persigo, no son cosas que pueda pegarme a la ropa, es decir, cosas que puedo conseguir por mi cuenta. Mi camino por más diferente que el de la mayoría, jamás probará ser nada si no tengo a Dios, si no camino con Él, si no le abro espacio en mí. Amontonaré conocimientos y una que otra intuición espiritual, pero sabré que he usado a Dios como concepto y que no logré tomarle como Vida.

En fin... era necesario el desahogo. No sé si vuelva a escribir en los días sucesivos, se me había quitado la gana y la rabia me interpeló a escribir. Anhelo el silencio y la profundidad del descanso de no decirle nada a nadie, ni a mí. Let's see.

2 comentarios:

MI LUCHA INTERIOR dijo...

Hooola amiga, pues no sabes cómo te entiendo. Esos sistemas se vuelven mas pesados que la religión de Roma! El modelito este de los D-12 puede ser opresivo. Y definitivamente, no son los cursillitos que dan los que califican a la gente como "de confianza". Al mismo tiempo, tienes razón en tu enfoque ... si eso es lo que tienes, te digo con franqueza, peor es nada :) Toma mucha valentía y humildad aceptar tales cosas. Mis respetos! Al final de cuentas es el Padre quien te consuela y alienta verdad?

Rougek dijo...

Así es, querido amigo! Dios es mi consuelo y la fuente de mi diaria esperanza. Pienso que hay cosas que uno necesita como todo ser humano (ser pastoreado, abrazado, objeto de interés y afecto) y que esas cosas son importantes. Lo que uno no debe perder es el enfoque de sí mismo, y desalentarse respecto al camino de otros y el avance de otros. Y esto de avance no es meramente un camino propuesto por el modelo de crecimiento, como dices, sino un avance interno (el que uno sabe, y al que no puede ignorar) en directa relación con Dios.

Créeme amigo, que en esta relación de interdependencia con Dios es en lo único que podemos fiarnos, y no lo digo para ser pesimista o desconfiada, sino porque realmente es la base y la roca principal, sin la cual, somos nada.