Necesito un imperativo espiritual. Algo que decirme a mi misma cuando mi cuerpo y mi mente se aferran al capricho y se apartan de Dios.
Comparto hoy uno de esos imperativos espirituales que Henri Nouwen escribió cuando pasó por una angustia parecida a la mía, tomada del libro La voz interior del Amor.
Ahí va:
Regresa siempre al lugar firme
Debes creer en el sí que te devuelven cuando preguntas: “¿ Me amas?” Debes elegir este si, aún cuando no lo sientas.
Te sientes abrumado por distracciones, fantasias, el perturbador deseo de lanzarte al mundo del placer. Pero ya sabes que no encontraras alli una respuesta a tu pregunta mas profunda. La respuesta no pasa por repetir viejos eventos ni por la culpa ni la verguenza. Todo eso te hace disiparte y abandonar la roca sobre la cual esta edificada tu casa.
Debes confiar en el lugar que es firme, el sitio en que puedes decir sí al amor de Dios, aun cuando no lo sientas. Justamente ahora, no sientes nada mas que el vacio y la falta de fuerza para elegir. Pero sigue diciendo: “Dios me ama, y el amor de Dios es suficiente.” Tienes que elegir el lugar firme una y otra vez, y volver a el despues de cada fracaso.
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