febrero 16, 2011

Regresa al lugar firme

Soledad. Tengo que reconocerlo. Cuánto más sola me sienta, más tendré la tendencia a aferrarme a la obsesión, y a todas mis manías mentales y emocionales. Me he sentido particularmente sola últimamente. Las mismas rutinas, y la falta de conversaciones enriquecedoras me han sacado al mundo ilusorio donde bebo intimidad y compañía.

Necesito un imperativo espiritual. Algo que decirme a mi misma cuando mi cuerpo y mi mente se aferran al capricho y se apartan de Dios.

Comparto hoy uno de esos imperativos espirituales que Henri Nouwen escribió cuando pasó por una angustia parecida a la mía, tomada del libro La voz interior del Amor.

Ahí va:

Regresa siempre al lugar firme

Debes creer en el sí que te devuelven cuando preguntas: “¿ Me amas?” Debes elegir este si, aún cuando no lo sientas.

Te sientes abrumado por distracciones, fantasias, el perturbador deseo de lanzarte al mundo del placer. Pero ya sabes que no encontraras alli una respuesta a tu pregunta mas profunda. La respuesta no pasa por repetir viejos eventos ni por la culpa ni la verguenza. Todo eso te hace disiparte y abandonar la roca sobre la cual esta edificada tu casa.

Debes confiar en el lugar que es firme, el sitio en que puedes decir sí al amor de Dios, aun cuando no lo sientas. Justamente ahora, no sientes nada mas que el vacio y la falta de fuerza para elegir. Pero sigue diciendo: “Dios me ama, y el amor de Dios es suficiente.” Tienes que elegir el lugar firme una y otra vez, y volver a el despues de cada fracaso.

No hay comentarios: