No han sido días fáciles para mí. El hecho de que esta soledad que ahora experimento, se vuelva cada vez más fuerte a pesar de la gente que me rodea, me hace volcarme a las distracciones, y ah... esas distracciones parecen nunca faltar.
Mi mente ha dado vueltas en su costumbre por buscarme un alivio de toda esta locura, de toda esta ensoñación y fantasía que era para mí como un vicio ya olvidado. Y ese alivio que es tan temporal trae confusión entre lo que creía, lo que veo, lo que vivo. Parecen tiempos en que la opinión de alguien más se convierte en mi vida propia, que no puedo más que volverme a la obsesión y preocuparme más por analizar tanto a la persona motivo de mi admiración, como a la que es motivo de mi distracción.
Mi corazón aún parece resistirse a este asunto de sanar, es como si de repente la puerta se hubiese bloqueado de adentro, y no permitiera pasar a Jesús. Es como si todo compitiera por ocupar Su lugar, y por más que a la fuerza lo intento, no puedo hacer que Su rostro sea todo mi pensamiento y motivo.
Hoy me siento hastiada de filosofías, de opiniones, de darle vuelta a lo mismo una y otra vez, de beber la misma agua rancia de mi cansancio emocional, ya las "precious illusions" no funcionan realmente, creo que generé resistencia en mi organismo interno a ellas, ya no me calman, sólo hacen que me sienta más desdichada.
Mi esperanza como siempre, es Cristo. Mi hogar como siempre es Cristo. De nuevo mi maleta añora reposar al lado de su sofá y mi cabeza sobre sus hombros. Aunque humanamente todo se interpone, sé que él siempre está atento al llamado de mi corazón. Sus canciones aún no son un recuerdo viejo, Su mirada sigue viva en mí. Su rostro.... Su rostro vive en mis heridas, que le pertenecen, que se le otorgan cada día.
Haz todo nuevo aquí, como dice tu palabra:
God, make a fresh start in me,
shape a Genesis week from the chaos of my life.
Don't throw me out with the trash,
or fail to breathe holiness in me.
Bring me back from gray exile,
put a fresh wind in my sails!
Psalm 51: 7-10 (the message)
Orará a Dios, y él recibirá su favor;
verá su rostro y gritará de alegría,
y Dios lo hará volver a su estado de inocencia.
Job 33:26 (NVI)
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