noviembre 11, 2013

Honestidad emocional

Este, apesar de ser un sitio que ya poco frecuento, sigue siendo uno de los pocos espacios en que tengo algo de libertad para expresarme, sin pensar en lo que piense la gente. En este caso me faltaba ser realmente sincera y decir que sigo queriendo ser como David a la hora de soltar la frustración y la rabia en la oración. Desde niña siempre aprendí a ser muy "polite" cortés, y a no explotar completamente. Creo que algo de esa represión inconsciente aún queda y tal vez sea la causa de ciertas cosas que aún me inquietan de mí. Hostilidades, aislamientos... dejar que la gente viva su vida en vez de decir con sinceridad lo que pienso.

En el libro que estoy leyendo se habla del término de honestidad emocional como algo vital para tener salud en el alma, y como siendo honesta con lo que siento y aprender a expresarlo me ayuda a descargar mis presiones y porqué no, traumas psicológicos. Perdones demasiado evitados y situaciones acostumbradas a ser ignoradas para que no salga "la bestia" que hay en mí.

Sigo queriendo tener un espacio para gritar y soltar todas las cosas que me molestan sin pensar en los ojos hinchados al día siguiente para ir a trabajar, y sin pensar que tan considerada estoy siendo con los que se sienten a mi estrado. Ahora que lo pienso, el juzgar me viene de eso que no puedo cancelar en mi libreta de deudas hacia mí y los demás.

Todo esto parece pura verborrea, pero tal vez sea útil a quién lea el saber que es mejor soltar las presiones delante de Dios, que terminar quebrando relaciones y vomitando ira, depresión, frustración, por dondequiera que vaya. Tal vez por eso David aún fue capaz de llorar por su hijo Absalón a pesar de todo lo que le había hecho. Ser tan real con Dios es otro nivel... quizás un verdadero paso a una verdadera sumisión a Él.


junio 18, 2013

Las vueltas de Jericó

Creo que los que conocemos la historia bíblica sabemos acerca de la conquista de Jericó mencionada en el libro de Josué. Aquí se cuenta como el pueblo de Israel derrumba los fuertes muros de una ciudad impenetrable mediante una estrategia que Dios le dió a Josué la cual fue dar vueltas alrededor de la ciudad durante 7 días.

Ahora que lo pienso esto me habla de una estrategia que locamente me dirige a lo contrario, a salir del modo cíclico de muchas cosas que se van y se repiten, que permanecen más de lo deseado en mi vida. Heridas, maneras de pensar, rencores, decepciones, etc.

Es extraño que Dios derrumbara un muro de una fuerte ciudad amurallada de ésta manera, pero eso me dirige a la persistencia y a la confianza en lo que me dice. Lo que puedo sentir que Dios me dice es "no le des vueltas y vueltas a los mismos pensamientos, sino permíteme rodearlos con mi verdad, hasta que caigan por su peso".

Es hora de salir del modo cíclico, y estos muros que parecen ancestrales en mi vida, no son más que una débil cortina en el panorama y en la ruta que Dios ha trazado para mí, pero me corresponde a mí derribarlos y seguir adelante. Él ya me ha dado Su instrucción.

Siento como mis heridas claman por la atención que indica que no han sido realmente curadas, y sé que Dios tiene la sanidad allí para ellas, es Su Palabra, Su verdad. Es el amor de Dios que me dice "Quiero que seas como yo y si me permites, puedo ayudarte a serlo".

Hay una libertad desconocida que me espera, y casi que puedo imaginarla, eso me hace desear salir de mi confort, pelear. Ser fuerte y valiente con un Dios que no abandona nunca. NUNCA.

abril 20, 2013

¿Tengo derecho?

Estos días en mi país hay debates de un lado y del otro respecto al matrimonio homosexual. La comunidad LGBTI ha estado pasando el proyecto para exigir el derecho al matrimonio pero hasta el momento no lo han conseguido. Marchas van y marchas vienen, de gays y de las iglesias que defienden a la familia.

De mi parte hay silencio en las redes sociales al respecto. Creo sinceramente que la familia está compuesta por un hombre y una mujer, y es el diseño original. Sin embargo, no creo que las imágenes que como iglesia compartimos, ayuden a generar ese puente para que la comunidad LGBTI se acerque a escuchar nuestro punto de vista. Esta imagen, resume lo que creo que es el mensaje que siente el homosexual al ver tantas marchas cargadas de odio y de rechazo:

Lo sé porque yo misma he luchado con ese tipo de pensamientos, no por quien Dios es, sino por lo que sus portavoces muestran de Él. Por supuesto, tenemos que ir contracorriente y orar y hacer lo necesario para hablar a favor de la verdad, pero no podemos olvidar que en verdad Dios nos ama, tal cual somos, por encima de esas cosas que queremos y aún por encima de esos derechos que exigimos.

Y ahí es donde debería estar el meollo del asunto. Los derechos. Creo que cuando Eva y Adán probaron el fruto del bien y del mal en el huerto del Edén y abrieron sus ojos con capacidad de juzgar todo, se expusieron a lo que Dios sabía no podrían manejar: establecer sus derechos. Cuántas cosas exigimos como derecho que no nos hacen bien, cuantas veces nuestro deseo nos hace infringir normas por exigir nuestro derecho a elegir? ¿Nos ha beneficiado ese tipo de decisiones?.

En Estados Unidos los homosexuales (que ya tienen el derecho al matrimonio), están exigiendo ahora el derecho al divorcio. Cuando obtuvieron lo que quisieron, para igualar a las parejas heterosexuales, se dieron cuenta que su derecho no era su beneficio y que lo que tanto anhelaron se terminó volviendo contra ellos.

¿Acaso no pasa esto entre los heterosexuales también? me imagino que se preguntará quien lea esto. Sí, por supuesto, pasa y más a menudo de lo que debería ser. De nuevo son los derechos que exigimos y nuestras necesidades insatisfechas lo que nos hace reclamar una y otra vez que se haga de acuerdo a nuestro punto de vista.

En definitiva, no sabemos lo que queremos y lo que creemos que queremos, no es lo que nos hará bien, pero aún así lo exigimos. Queremos formar una familia de acuerdo a un diseño lejano al original y que por esto, está lejos de funcionar bien en el tiempo. Y esto no es por maldad de Dios ni por rechazo, es porque Él ya lo había dispuesto así.

Pienso en las veces que he hecho lo que he querido pero sigo sintiendo que aunque me salí con la mía, no soy feliz. Recuerdo cuando estaba enamorada de una chica y pensaba que el amor duraría por siempre... hasta cuando me dí cuenta que su necesidad de afecto jamás la podría llenar yo, ya que yo misma estaba necesitada... y el tiempo pronto diría que había llegado el fín. Pienso muy seguido en los rostros y las personas por las cuales me he sentido atraída, y como el flash de los acontecimientos mostró la temporalidad de los sentimientos... pienso ahora en el final de la película actual y lo triste que sería exigir un derecho por algo que no trascenderá. No lo hará.

Cuando me volví a Dios y me dí cuenta de lo grande e incondicional de Su amor por mí, del conocimiento de mis afectos y mis luchas... me dí cuenta también de que quería traerme de vuelta del lugar de mis exigencias, a la satisfacción duradera que Él promete. Parece aburrido cuando dice que obedezcamos sus mandamientos y estatutos para que nos vaya bien y prosperemos. Parece tonto creer que lo que Dios piensa me hará feliz, pero he podido ver que es así. Y verlo no fue fruto de la ley que llamaba al acto abominable, sino fue el fruto de la convicción que trajo a mi vida el Espíritu Santo, fue el fruto de haber sido recibida en el hogar. Entonces quise probar la manera de Dios, y resultó ser el comienzo de quitar capas y capas de independencia para experimentar la verdadera llenura y la esperanza de una felicidad duradera, la cual no puede ser robada.

No sé como sea el desenlace de esto que se lucha en mi país actualmente, aunque quizá lo más probable es que lo obtengan, que se casen, que quieran divorciarse, que deseen adoptar y luego deseen acabar con la familia, que los niños pierdan un modelo... pero más que eso, que su amor se enfríe y cuando hayan obtenido todo lo que quisieron, vean ya muy tarde que realmente nada de lo que desearon , obtuvieron.

Mi voz para estos tiempos en mi país diría algo así: Entrega tus derechos y recuperarás la vida que perdiste exigiéndolos. El que te creó sabe lo que te conviene, pues ve mejor que tú, y sabe lo que necesitas en realidad: A Él mismo. A nadie más.

Como dijo Jesús:

Si tratas de aferrarte a la vida, la perderás; pero si entregas tu vida por mi causa y por causa de la Buena Noticia, la salvarás. ¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero pero te pierdes a ti mismo?  ¿Hay algo que valga más que tú mismo? - Marcos 8:35-37 (NTV)

febrero 23, 2013

Decisiones


Leo actualmente un muy buen libro sobre la sanidad interior, del cual haré un posterior review aquí. Lo que siempre me deja al terminar es la sensación de "cómo no ví esto antes" y es verdad. Sé que es preciso sentir lo más profundo de mi dolor para poder salir de allí, para vivir un verdadero perdón, ese perdón que ha sido tan esquivo para mí.

Las toneladas de esfuerzo que he usado en perdonar desde la superficie -aún llorando- son similares al silencio de un Dios que no responde a esos esfuerzos. Ese Dios que estaba con un David sincero, quejumbroso, lleno de dolor, que estaba con un Job amargado, sumido en su pena,  o con un José que salía corriendo a llorar con sólo ver a sus hermanos, es el mismo Dios que desea estar conmigo en ese PROCESO de perdón. No el proceso del 1,2,3, sino el proceso que es ir a lo hondo de la herida y sacar el pus que la inflama. Ese es el proceso del que tanto leo, de "Gritar desde adentro", ser vulnerable y tantas cosas más.

Recuerdo el tiempo en que lloraba tanto, por el más mínimo rechazo, por la mera mención de mi dolor. Me avergonzaba siempre estar en medio de lágrimas y abrazos compasivos de otros que ni entendían mi situación. Es triste de algún modo saber que esos comienzos ya no están y está es una mujer que ya no llora tan seguido sino que ha aprendido a tragarse las lágrimas para que la hinchazón no se refleje al otro día, la que convive con la rabia y la amargura que se hacen más fáciles de disfrazar, la que ha dejado de sentir.

Y es que... desearía poder llorar y gritar con todas las fuerzas lo mucho que me duelen las heridas del pasado! pero carezco de ese espacio. Sin embargo, ahora que leo lo importante que es, desearía viajar lejos, sólo para meterme en ese infierno de dolores y saber que no pueden matarme. Deseo en verdad que la compañía y el poder sanador de Dios se revelen y me revelen tanto en ese proceso!!! deseo poder dejar eso por fin atrás.

Hay muchas decisiones por tomar, pero esta es una urgente y necesaria. Llorar y afligirme por mis penas, así el comienzo parezca reflejar alguien que ya no soy... así tenga que convivir con la ira que brota en la superficie tratando de ahuyentarme de mis emociones... es preciso hacerlo. 

febrero 09, 2013

No need to argue

If words would come so easily, I would be better now. There's some distressed feeling in my soul, I guess the kind of feeling that is caused for disconnection, emptiness, extreme silence.

There's another feeling I'm kinda trying to explain here, the stress that comes when I'm trying to connect again. Deep in my heart, I don't want to be broken again, I don't want to listen to more silence. I do need the connection, I do need the VERY presence of the Lord in my life, not just a mere sight from the distance, not just a mere weeping when I praise, I really need His coming.

So, that's all. Bye for now.


enero 20, 2013

Ir.


Sí eso que escuché hoy tiene todo el sentido del mundo. Es preciso invitar a Jesús a esos cuadros viejos que han querido estar más que permanentes en mi vida, oscuridad y dolor, y hacerlo parte de ellos. Con Él no puedo fingir, y en mi religiosidad pensé que no era bueno quejarme o que lo mejor era seguir intentando chapotear en mis esfuerzos por arreglarlo todo, o mejor aún.... evitar la tensión de estar sentada al lado de Dios y no poderle decir todo lo que llevo dentro...

La primera conexión y el primer punto de partida si quiero ver cosas diferentes para mi vida en este año es abrirme por completo a Jesús, al Jesús humano que comprende el dolor y puede y quiere llorar conmigo. Al Jesús divino que puede transformarlo todo.

No pueden haber sueños allí adelante cuando la neblina de lo no dicho y del dolor resignado permanecen.

No sé que encontraré al siguiente paso, pero sé que debo darlo. No quiero más de lo mismo. Anhelo la Luz de Sus ojos, y la vida que sólo El puede dar. Y todo empieza con una palabra. Ir.

Ir es una palabra pequeña pero que implica una acción. Salir del estancamiento de las palabras y los silencios vacíos. Ir fue la primera instrucción que recibió Abraham cuando Dios le dijo que saliera de su tierra (la tierra cómoda y conocida) a un lugar desconocido para él. Ir es poner un pie delante del otro y andar. Acción más que palabras. Encuentro verdadero y resolución de angustias imaginarias. Todo puede pasar, pero creo que vale la pena vivirlo, al menos es mejor que estarse sentado en el mismo sitio esperando que alguna magia del destino haga que las cosas cambien.  Ir es el mejor paso para planear sobre un lienzo diferente, soñar y ver  ¡por fin ver! todo eso que ha estado allí esperándome.




diciembre 25, 2012

Me pierdo y quiero...


Ha sido un año extraño. No sé bien como explicar lo que ha sido, pero tal vez sí puedo explicar lo que anhelo ahora. Anhelo un viaje físico, literal, de esos que suelo aconsejar que la gente no haga para huir de su realidad. La verdad es que no deseo huir de mi realidad sino encontrarme en medio de ella, siento que me he perdido.

Me pierdo cuando quiera que miro las vidas de otros: de miembros de mi familia que se les da cierto éxito laboral y presumen de sus planes a futuro, de amigos y compañeros cristianos que avanzan en el ministerio y logran vencer obstáculos interiores y exteriores, que atraen multitudes, gente que opina y es escuchada, gente que viaja, que se enamora, que brilla y es admirada. Me pierdo en pequeñas atenciones y en ligeros desprecios. Encuentro mi vida rutinaria y poco atractiva. Me encuentro durmiendo en un profundo letargo de lo mismo.

Por eso anhelo ese viaje. Deseo escaparme de todo y de todos, de palabras y consejos, de oraciones comunes y somnolientas, de seguir otro año más a la espera de que un ángel sacuda el agua y alguien me pueda meter en ella y sanarme de la parálisis actual. Escaparme de seguir las metas de todos y no tener una propia por la cual luchar con motivo y con pasión.

Recuerdo una frase de Paul Young que dice "La única razón por la cual Dios vive en una caja es porque Él desea estar donde tú estés". Es tal cual. Sé que Dios no es un Dios rutinario que mecánicamente me hace pasar por la piedra de molino y por el fuego abrasador sólo para verme resistir una y otra vez. Sé que Dios es un Dios de planes, Dios aventurero y romántico, Dios de vivos y no de dormidos-moribundos-muertos.

Realmente deseo una experiencia sobrenatural que me recuerde porqué hago lo que hago y porqué aún vivo. Deseo que Dios me dé de nuevo un norte y un sueño de un futuro. Que marque un nuevo hito para recordar y un nuevo aliento, mapa y directriz para los siguientes movimientos. Quiero resistir, teniendo presente el punto fijo que es Jesús, y en Sus manos mi identidad y mi destino. Así de idealista como puede parecer, así de importante es saber que cualquier meta que me proponga para este nuevo año debe estar trazada por una renovación a todo nivel. Las verdaderas metas de Dios no pueden ser frustradas. Esas metas me ayudan a no distraerme, a entender porqué existo y por quién. Allí de nuevo.... me encuentro.