Cuando estamos impacientes, cuando queremos quitarnos de encima nuestra soledad e intentamos superar la separación y la sensación de que nos falta algo, que a veces experimentamos, fácilmente nos relacionamos con el mundo poniendo en él expectativas devastadoras. Ignoramos que también nosotros sabemos, desde un conocimiento profundamente asentado en nosotros, intuitivo, que ningún amor o amistad, ningún abrazo íntimo o beso tierno, ninguna comunidad, comuna o colectividad, ningún hombre o mujer serán capaces jamás de satisfacer nuestro deseo de vernos aliviados de nuestra condición de solitarios. Esta verdad es tan desconcertante y dolorosa que nos hacemos más propensos a los juegos de nuestra fantasía que a hacer frente a la verdad de nuestra existencia. Así seguimos esperando que algún día encontraremos al hombre o a la mujer que realmente entienda nuestras experiencias, la mujer que traerá paz a nuestra vida inquieta, el trabajo donde podamos agotar nuestras posibilidades, el libro que nos explicará todo y el lugar donde podamos sentirnos en el hogar. Tal esperanza falsa nos lleva a hacer peticiones que llegan a agotarnos, y nos preparan para una hostilidad amarga y peligrosa, cuando empezamos a descubrir que nadie ni nada puede llenar nuestras expectativas de absoluto.El Sanador herido, Henri Nouwen
Qué cierto... ¡Gracias, Henri!
2 comentarios:
Somos taggeados como "seres deseantes, con necesidades ilimitadas"
Me identifico absolutamente con las palabras de H. Nouwen, realmente me he cansado de la frustración que produce el "ir" hacia aquello/os que no pueden abarcar la inmensidad de mi humanidad. Así que estoy aprendiendo a oír la voz que clama por una presencia capaz de sostener el peso de mis carencias. en pocas palabras; "en él vivimos, nos movemos y existimos" Un abrazo!! :)
Hola amiga! gracias por tu comentario. Esa presencia que sostiene nuestras carencias es lo que debería ser nuestra dependencia diaria, sólo que a veces es tan fácil perder el enfoque! creo que cuando damos vueltas (voluntariamente) sobre nuestros deseos y fantasias de satisfacción fuera de Dios, llegamos siempre al mismo punto: que fuera de Él eso es imposible. Un abrazo para tí! :)
Publicar un comentario