mayo 01, 2011

¡Saca de mi lo que tengas que sacar!

David Wilkerson, el conocido predicador que trabajó y se sumergió en el mundo de drogadicción y pandillas de Nueva York con el fin de ayudarlo, murió esta semana. Me he sentido en estos días atraída e inspirada por las vidas de obreros del Evangelio que atienden al clamor que sale de su pecho, a la voz de Cristo poniendo esa tristeza por los perdidos en el corazón.


Quiero transcribir uno de los últimos devocionales que Wilkerson escribió primero, porque sabiendo de dónde viene puedo recurrir a su experiencia con tantos y tantas personas quebradas en distintas áreas de sus vidas, segundo, porque habiendo descansado de la lucha en diferentes áreas de mi vida por un tiempo, me había olvidado de todo lo que aún estaba allí, de todo lo que Dios quiere tratar en mí...¡hasta que ayer lo recordé!

Bueno aquí va:

SOMOS PROBADOS POR NUESTRAS CAÍDAS Y FRACASOS

Con esto no quiero decir que los cristianos que caen en viejos pecados y regresan al mundo están siendo probados. No, más bien hablo sobre aquellos creyentes que enfrentan un naufragio en su fe.

Pedro advirtió: "Cuidado, no sea también vosotros, siendo arrastrados por el error de los malvados, caigáis de vuestra firmeza" (2 Pedro 3:17). Pedro está alertando a los creyentes que están creciendo en santidad y quienes están dispuestos a seguir al Señor.

Algunos de ustedes pudieron haber sufrido una caída a pesar de todo el progreso que habían hecho con el Señor. Si le preguntara qué causó su caída, usted podría responder: “Hermano David, fue un ataque de ira. Fui provocado por mi propia familia y estallé. No lo puedo entender. Pensé que me estaba convirtiendo en una persona un poco más dulce, un poco más como Jesús. Pero alguien apretó el botón equivocado y perdí”. Usted puede decir: "Yo soy humano. ¿Cuánto se supone que debo aguantar?"

No importa que usted haya sido provocado o incluso que usted haya tenido la razón en esa riña. La provocación simplemente demostró que usted necesita liberación. La Escritura dice: "Toda amargura, cólera, ira, gritería [pelea], y maledicencia sea quitada de vosotros, y todo [rencor] maldad" (Efesios 4:31).
Dios va a continuar probándole hasta que usted diga: "Tengo un espíritu en mí que va a lograrlo." Usted no verá un crecimiento en Cristo y paz en el hogar o en el trabajo, hasta que pueda decir: "Señor, tienes toda la razón, ¡saca de mi lo que tengas que sacar!"
Si usted está siendo probado en esta área o en cualquier otra según su situación, usted puede estar pensando: "Me siento tan indigno. ¿Cuánto terreno he perdido? ¿Todavía me ama El Señor?"

Amado santo, si realmente se ha arrepentido, usted no ha perdido absolutamente ningún terreno. Dios pone sus brazos amorosos a su alrededor y dice: "Yo permití que esto pasara para que veas lo que hay en tu corazón. Pero has avanzado. Has dicho que quieres caminar conmigo, y yo te estoy enseñando. Sé lo que hay dentro de ti y permitiré que seas provocado hasta que te deshagas de todo esto."
¿Está usted siendo probado? Si es así, simplemente ore: "Señor, has puesto el dedo dentro de mi en algunas áreas, saca todo esto de mi corazón ¡Fortaléceme Señor para que no dé pasos hacia atrás sino que vaya contigo hacia adelante!

No hay comentarios: